El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, participó ayer en un culto evangélico en Río de Janeiro en donde afirmó tener certeza de no ser el más capacitado pero que no obstante Dios lo capacitará. “Quiero agradecer también a Dios por esta misión, porque Brasil está en una situación un tanto complicada, con crisis ética, moral y económica. Tengo certeza de que no soy el más capacitado, pero Dios capacita a los escogidos”, afirmó el ultraderechista en su primera aparición pública luego de su victoria del domingo. El presidente estuvo acompañado por Silas Malafaia (foto), uno los más influyentes y conservadores pastores de Brasil. Ante decenas de feligreses, Bolsonaro les pidió que oren por él. Además agradeció al “pueblo de Dios” por la confianza depositada en su figura y se presentó como una persona comprometida con los valores de la familia cristiana. Bolsonaro, quien ganó con el 55 por ciento de votos y en gran medida de los evangélicos, llegará al Palacio de Planalto el 1º de enero.