En el estudio londinense de Sophie Oliveira Barata, abundan pies y brazos, piernas y manos; “algunos tan realistas que ponen la piel de gallina, los pelos de punta”, aseguran cronistas que han tenido la fortuna de entrar y pispear sus creaciones. No son éstas, sin embargo, las extremidades que le han valido una saludable famita como diseñadora de prótesis ortopédicas desde que en 2011 fundara The Alternative Limb Project: más allá de las propuestas hiperrealistas, están las “alternativas”, dignas del más inspirado sci-fi, que continúan poniendo en el candelero a esta mujer con formación en escultura y efectos especiales, cuyos clientes incluyen atletas paralímpicos, músicos, modelos y más. Gustosos todos por usar las inhabituales y rompedoras propuestas de Oliveira Barata, hechas ciento por ciento a medida, especialmente pergeñadas “para reflejar los intereses y la personalidad” de quienes la fichan para la tarea y acaban luciendo –por citar algunas ocurrentes opciones– piernas con estéreo integrado, piernas con pequeños cajones, brazos que emulan tentáculos o, por qué no, brotes de planta, también versiones del tipo Robocop. “Es una manera de que personas que han padecido una amputación puedan expresarse y celebrarse”, asegura la mente detrás de los infrecuentes diseños, que pretende además promover el debate sobre tópicos como modificación física o transhumanismo. 

“Me enorgullece ser parte de un movimiento que explora y celebra la diversidad corporal. Desde perspectivas sociológicas, biológicas y tecnológicas, nosotros como especie estamos tomando nuestra evolución en nuestras propias manos. Diseñamos nuestro futuro”, asegura la damisela, y agrega: “Después de haber hecho casi mil extremidades protésicas a lo largo de los años, sé cuán único es el cuerpo humano: el color, la textura, la forma, la forma en que se mueve. He estudiado la translucidez de la piel, la forma en que cambia de color, cómo se siente al tocar. Y me di cuenta de lo importante que es producir un miembro a medida; crear algo único para cada cuerpo, que es único en sí mismo”. Para lograrlo, trabaja doña Sophie codo a codo con expertos en modelado 3D, en animatrónica, en electrónica, en metalurgia, amén de dar acabada (y útil) forma a “prótesis ingeniosas que maravillan a la vista, empoderan al portador e inspiran un diálogo positivo sobre el cuerpo humano y la diversidad”. Inspirada siempre por “mis clientes, sus historias y su imaginación”, en sus palabras. 

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