Ninguna de las modificaciones solicitadas por los rectores de las universidades nacionales fueron incorporadas al Presupuesto 2019 que elaboró el Gobierno y aprobó la Cámara de Diputados. En esta situación, si el Senado convierte al proyecto en ley sin cambios, más de veinte universidades quedarían con incrementos para gastos de funcionamiento por debajo de la inflación, según advirtieron los propios rectores.
A través de declaraciones y en reuniones con todos los bloques legislativos, los representantes del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) solicitaron desde el inicio de la discusión presupuestaria que se modificara la distribución de fondos prevista para las universidades, por la “arbitraria disparidad” que encontraron al comparar el aumento asignado a cada institución. Mientras que algunas universidades reciben aumentos de hasta un 45 por ciento en sus partidas, otras no alcanzan el 30 por ciento. Entre ellas, la Universidad Nacional de Formosa (26 por ciento), la Universidad Nacional de Lanús (28 por ciento) y la Universidad Nacional de Jujuy (26 por ciento).
Si bien los rectores se expresaron satisfechos con la cifra global de la propuesta presentada por el Ejecutivo para el sector (144.650 millones de pesos), alertaron sobre su distribución en partidas cuya ejecución no está garantizada, así como las marcadas diferencias en el reparto entre universidades. Por eso pidieron que los fondos incluidos en partidas poco precisas, como “transferencias varias” y “recomposición salarial” –de las que aún se desconoce su destino y que representan más de 10 mil millones de pesos– fueran redistribuidos entre las universidades con menor incremento, para asegurar que ninguna institución quedara con un aumento por debajo del 32 por ciento. Sin embargo, la versión aprobada en Diputados fue la que originalmente envió el Ejecutivo, que también recibió críticas por parte de agrupaciones estudiantiles y de todos los sindicatos docentes.
El comité ejecutivo del CIN se reunirá el próximo martes y evaluará posibles vías de acción. Dado que es poco probable que se logren incorporar modificaciones al proyecto en el Senado en las próximas semanas, los rectores consultados coinciden en que ahora todo dependerá de las negociaciones que puedan entablarse con el Gobierno, a través de su Secretaría de Políticas Universitarias, para que éste reasigne las partidas solicitadas por los rectores. “Así como se votó, no está garantizado que todas las universidades lleguen a fin de 2019”, aseguró el director general del CIN, Mario Lozano. “Vamos a solicitar también que se termine de ejecutar por completo el presupuesto 2018, ya que la planilla B no se ejecutó ni en un 0 por ciento”, agregó el ex rector de la Universidad Nacional de Quilmes.
En el caso de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), la rectora Gabriela Diker afirmó que las partidas para gastos de funcionamiento tendrán solo un 19 por ciento de aumento. “La propuesta oficial nos deja a un grupo importante de universidades por debajo del promedio de incremento, e incluso por debajo del porcentaje de incremento salarial, lo que nos pone en serias dificultades para funcionar en 2019”. La rectora precisó que son más de veinte las universidades en la misma situación. “Tiene que estar claro que no se trata de beneficiar a una u otra universidad. Es responsabilidad del Estado garantizar los fondos suficientes para que todas las universidades puedan funcionar”, destacó Diker.
La de Jujuy es otra de las universidades afectadas. “Es imprescindible la reforma que solicitamos. El aumento para gastos de funcionamiento no va a ser suficiente para la mayoría de las universidades”, aseguró el rector de la Universidad Nacional de Jujuy, Rodolfo Tecchi. “El Gobierno privilegió el acuerdo con un pequeño grupo de legisladores para aprobar el proyecto con los mínimos votos necesarios”, lamentó el rector.
El rector de la Universidad Nacional de San Martín, Carlos Greco, aseguró que muchos de los programas vinculados con proyectos de infraestructura y desarrollo científico no van a poder ejecutarse. “La actividad universitaria no es estática, sino que año a año tiende al desarrollo y al crecimiento, precisamente porque busca colaborar con el desarrollo científico, tecnológico y social del país. Esa es nuestra intención desde el CIN –destacó Greco–, pero si sólo recibimos fondos para cubrir la política salarial, eso no va a poder suceder.”
Informe: Inés Fornassero.