El goleador de Central, Germán Herrera, amaneció ayer con una pintada amenazante a metros de su domicilio. “Herrera vas a morir”, decía la leyenda escrita sobre la fachada de una vivienda ubicada en Tucumán entre Dorrego y Moreno, lindera a la vivienda del delantero, y una flecha que señalaba el edificio donde vive. El club le ofreció pedir custodia policial pero el jugador lo desestimó y minimizó el hecho.