Newell’s hace tiempo que está en crisis con la actual dirigencia pero la nueva derrota con Central profundiza el deterioro institucional. Las autoridades no pudieron despedir ayer a Omar De Felippe por la resistencia de presentar el técnico la renuncia. Mañana ante Racing dirigirá el actual entrenador y de aparecer una nueva caída el lunes se insistirá por su dimisión. Ayer ningún directivo aceptó hacer declaraciones y todo se agravó por el temor de los jugadores por ser agredidos, ante las amenazas que la barra acercó a Bella Vista días atrás. El equipo entrenó ayer con custodia policial en el polidepotivo y también se dispuso de uniformados en el domicilio de algunos de los dirigentes rojinegros.

La derrota del clásico dejó a la dirigencia del club escuálida de representación y los ánimos se exacerban porque ninguna de las autoridades de la entidad se presta a hacer declaraciones. Tras el partido, los directivos pidieron custodia y el subjefe de la Unidad Regional II, Claudio Romano, dispuso de personal policial en los domicilios de las principales autoridades, incluso de aquellos que nunca aparecieron públicamente como el vicepresidente primero Juan  Matías.

Pero los que más miedo tienen en el parque Independencia son los jugadores del plantel profesional. Los futbolistas recibieron la visita de más de 200 barras días atrás (ver edición del pasado 19 de octubre) con la complicidad del vicepresidente Cristian D’Amico, quien no solo no hizo nada para evitar el ingreso de los violentos al polideportivo sino que tampoco hizo la denuncia para poner a resguardo a los profesionales. Los futbolistas son conscientes de la irresponsable actitud de las autoridades y Romano dispuso ayer un operativo de seguridad especial para los futbolistas rojinegros. El plantel entrenó en Bella Vista con presencia de un patrullero y personal de la división motorizada de la policía. Romano ordenó además que la protección policial a los jugadores se extienda por tiempo indefinido, es decir hasta que se ordene lo contrario.

El único dirigente que asume responsabilidades es D’Amico. El resto no ejerce el cargo que ocupa, al menos con regularidad. El vicepresidente ayer poco pudo hacer nada para persuadir a De Felippe de que presente su renuncia. Pero el técnico no tiene futuro en el club más allá de su tesón para continuar en el banco leproso. Mañana la Lepra visitará al puntero Racing. Newell’s hace un año que no gana de visitante, por lo cual son bajas las chances que mañana pueda encontrar un buen resultado. Y con una derrota más como antecedente, en el parque Independencia creen que De Felippe bajará los brazos y dejará al club exento de tener que hacer frente a una indemnización para sellar su desvinculación de Newell’s.

En el último intento de De Felippe por seguir se la jugará por un equipo con más presencia de juveniles.