Claudia Heras es vecina de Villa Urquiza y se acercó a “Basta de mutilar nuestros árboles” preocupada por las podas en la Ciudad de Buenos Aires. En 2017 presentó un recurso de amparo y consiguió que la Justicia ordenara la inmediata suspensión de cualquier actividad de poda y/o tala del arbolado público, aunque meses después se dejó de cumplir y aseguró que “este año se largaron a podar con ímpetu salvaje”.
–¿Cómo fue la presentación del amparo?
–La medida cautelar es una disposición del juez anterior a la sentencia. Pedí que se suspendiera toda poda que no se ajustara a lo que establece la ley de arbolado público. Así fue concedida la cautelar, en 2017, año en el que el Gobierno de la Ciudad se ajustó bastante a lo que se llama la campaña de poda invernal. Este año, antes de que empezara la campaña de poda invernal, en algunas publicaciones de periódicos barriales corrieron el rumor de que la cautelar se había levantado y que ya no estaba vigente, lo cual es totalmente falso.
–¿En qué consiste la poda a la que se refiere?
–Este año se largaron a podar con un ímpetu salvaje. El Gobierno de la Ciudad plantea como muy beneficioso y genial el número de árboles que se podan bajo la idea de “cuanto más podemos mejor”. Los técnicos dicen que la regla general es que los árboles no se podan, salvo casos especiales: riesgo de caída o porque tiene ramas secas.
–¿Qué está pasando en el expediente?
–Como todo expediente judicial, tiene su trámite ajustado en el procedimiento. Este es uno complejo porque se refiere al arbolado de toda la ciudad. Hay gente que tenido conocimiento de la cautelar e hizo denuncias y después llegan también al expediente. En este momento todavía está en la instancia de que se van reuniendo pruebas. El expediente ya tiene 11 cuerpos.
–¿Y en cuanto a la medida cautelar?
–El gobierno apeló y la Cámara me dio la razón. A pesar de eso, hizo circular el rumor de que habían apelado y quedado sin efecto. La Cámara confirmó con argumentos muy contundentes sobre la importancia de respetar el arbolado como parte de nuestro ambiente, y de cumplir con las expresas disposiciones constitucionales, tanto de la nacional como la de la ciudad respecto del cuidado del ambiente y del aporte del arbolado a la salud de los ciudadanos. El año pasado el gobierno porteño volvió a apelar a un Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. Cuando llegan a esa instancia, los expedientes puede pasar mucho tiempo sin que se resuelva nada.
–La ley de arbolado público no está reglamentada.
–No, no está reglamentada todavía, pero es suficientemente clara. Y no todas las leyes se reglamentan, cuando una ley se reglamenta es para hacer más preciso alguno de sus artículos. Las leyes se cumplen a partir de su publicación.
–¿Y qué artículos estarían violando de esa ley?
–Hice el planteo muy específico del 10, 11 y 12, que son los que dicen que hay que hacer un informe previo y que esa intervención tiene que hacerse por personal específicamente capacitado y certificado. No podía decir “no se cumple la ley de arbolado” porque es demasiado amplio y vago, me ajusté a los artículos que podían ser más específicos. La cautelar tiene cierta ambigüedad porque dice que “se suspenda la poda que no cumple con la ley”. Ante los hechos concretos, hay tantos desastres que están las fotos agregadas a los expedientes de árboles totalmente mochados, en los que está clarísimo que no la cumplen. Haciendo un muestreo estadístico, no se está cumpliendo.
–¿Qué piensa de esos carteles que anuncian que próximamente en ese lugar habrá un árbol de tal especie?
–Por un lado tienen el slogan Ciudad Verde y lo que hacen es que cada vez la ciudad sea menos verde, como los macetones gigantes de cemento con una plantita que después se seca porque ni la riegan, en vez de poner una planta en la tierra. En sus registros cuentan eso como espacio verde, pero es cemento, como la plaza de Tribunales, donde pusieron unos canterosde cemento y la base no se conecta con la tierra. Eso también es muy grave por el escurrimiento del agua de lluvia. Todo lo que hacen con el verde es totalmente contraindicado en lo que hace al cuidado del ambiente.