El Municipio de San Miguel comenzó a demoler con palas hidráulicas el predio donde hace menos de dos semanas encontraron asesinada a Sheila Ayala. El municipio llegó a un acuerdo con los dueños del espacio, una empresa llamada Panizza, que se dedica a la recolección de residuos. El acuerdo implica tirar abajo la pared del predio y pavimentar una calle que lo atraviese. Cuando encontraron el cuerpo de la niña, los vecinos de la zona denunciaron que el predio era “tierra de nadie”. El lugar estaba habitado por varias familias que habrían sido trasladadas a un hotel mientras se las reubica. Los vecinos aseguran que el predio fue tomado por extranjeros y que es usual ver a personas que venden y consumen drogas y alcohol.