En la recta final de las elecciones legislativas en Estados Unidos, Donald Trump recorre el país en búsqueda de salvaguardar la mayoría republicana en el Congreso, ante el ex presidente Barack Obama que también salió a escena y movilizó a los demócratas. El actual mandatario y el ex líder demócrata centraron sus apariciones públicas en dos estados claves: Florida y Georgia. En Florida, los sondeos revelan una carrera muy ajustada tanto en la gobernación –entre el republicano Ron DeSantis y el demócrata Andrew Gillum– como en la batalla del aspirante conservador Rick Scott por reemplazar en el Senado al progresista Bill Nelson. Y en Georgia, se enfrentan Brian Kemp y Stacey Abrams, candidata demócrata, quien podría ser la primera gobernadora negra.
Trump estuvo ayer en Montana y Florida con miras a reforzar la mayoría republicana en el Senado y sin dedicar grandes esfuerzos a la Cámara baja, el bastión más vulnerable de su partido en las elecciones legislativas del martes. “¡Hoy, rumbo a Montana y Florida! Todo el mundo está entusiasmado con los Números de Empleo: 250.000 nuevos empleos en octubre. Además, los salarios están subiendo. ¡Guau!”, tuitió Trump, quien apela a dos de sus armas favoritas: el auge económico y el temor a la inmigración. Desde hace semanas, el mandatario no da respiro a su campaña, esperando convencer que quienes votaron por él en 2016, vuelvan a las urnas para mantener el control republicano en la Cámara de Representantes y el Senado. En unas elecciones signadas por cartas bombas y una caravana migrante que Trump ya advirtió que no recibirá, el republicano responsabiliza a sus opositores de todos los males: “Un Congreso republicano significa más empleos y menos criminalidad y una ola azul (demócrata) equivale a una ola criminal, es muy simple”, arengó en uno de sus actos.
Mientras los migrantes hondureñas tocan la puerta de Estados Unidos, Obama, por su parte, denunció como un truco político el plan de Trump de enviar miles de soldados a la frontera mexicana. En un discurso entusiasta ante una multitud en Miami, el ex presidente dijo que la administración republicana estaba alejando a las valientes tropas de sus familias por un truco político en la frontera.
La primera cita electoral tras la elección del millonario a la Casa Blanca definirá qué partido tomará el control en ambas cámaras del Congreso –o si se las dividirán– hasta la próxima presidencial, en noviembre de 2020.
Se renovarán el martes, los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, además de elegir a 36 gobernadores.
Hace ocho años, Obama se alistaba para sufrir una marea republicana en sus primeras elecciones de medio mandato: se trató de la revolución llevada adelante por el movimiento conservador Tea Party, en el pico de la impopularidad del presidente demócrata. Este año, el exmandatario es la figura más buscada por los candidatos demócratas. “Estoy aquí por una simple razón: pedirles que vayan a votar”, afirmó Obama en el acto de apoyo a Stacey Abrams, la mujer que podría convertirse en la primera gobernadora negra de Georgia. “Las consecuencias de la abstención son profundas, ya que Estados Unidos se encuentra en una encrucijada. Los valores de nuestro país están en juego”, declaró. Sin aludir al actual presidente, Obama advirtió sobre los riesgos de dejar que la actual retórica contra la diversidad étnica, religiosa y sexual continúe ganando terreno. El expresidente sumó así su apoyo a la candidata demócrata a la gobernación que está en empate virtual frente al republicano Brian Kemp, actual Secretario de Estado y al que Obama criticó por la eliminación de miles de votantes, en su mayoría de las minorías, del padrón electoral por discrepancias en las firmas. “Si estás aspirando al cargo más alto en el estado, cómo puedes tratar de evitar que los ciudadanos de tu estado ejerciten su derecho más básico?”, se preguntó Obama. El expresidente señaló que Abrams tiene una visión más esperanzadora de la Gobernación estatal. La candidata negra sumó también el apoyo de la presentadora de televisión Oprah Winfrey que participó en varios de sus eventos. La periodista, además, fue casa por casa pidiendo votos a favor de Abrams. El vicepresidente Mike Pence también visitó este jueves el estado para hacer campaña a favor de Kemp. Por su parte, Trump difundió varios anuncios en los que advierte a los votantes que podría pasar en Georgia si gana Abrams.
Por el momento las encuestas apuntan a que la oposición demócrata obtendrá la mayoría al menos en la Cámara de Representantes, amenazando a Trump con bloquear sus políticas y escudriñar sus finanzas personales, altamente cuestionadas. Trump reconoció esta tendencia, pero evitó mostrarse preocupado al respecto: “Me las arreglaré” si eso ocurre, aseguró en un mitin en Virginia Occidental.
En las elecciones legislativas, generalmente, la participación es más baja que en las presidenciales. En este sentido, dos de los actores estadounidenses más famosos: Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, sumaron fuerzas para luchar contra la abstención. “El futuro de nuestro país se decidirá esta semana”, sentencia DiCaprio al comienzo de un vídeo junto a Pitt estrenado el viernes en la plataforma digital Now This. El video se viralizó y ya fue publicado por numerosos medios. “Las elecciones no solo importan cuando votamos a presidentes, y estas elecciones podrían ser las más significativas de nuestra vida”, agregó el ganador del Oscar. DiCaprio recordó que de la configuración del Congreso a raíz de las elecciones dependerán temas como las leyes sobre seguridad en el manejo de las armas, la política migratoria, los recursos naturales y el acceso a la salud. En tanto, Pitt pidió pronunciarse también sobre los cargos locales, y en particular sobre los parlamentos estatales, porque aseguró que ellos determinarán el futuro de cuestiones importantes para los estadounidenses.