1 Central: Ledesma (6); Bettini (5), Ortiz (4), Cabezas (4), Parot (4); Camacho (4), Gil (6), Ortigoza (6), Carrizo (5); Lovera (4), Herrera (7). DT: Edgardo Bauza.

1 Colón: Burián (6); Toledo (6), Olivera (5), Ortiz (5), Escobar (5); Heredia (6), Zuculini (6), Fritzler (5), Estigarribia (6), Chancalay (6); Correa (7). DT: Eduardo Domínguez.

Goles: PT: 28m Correa (C). ST: 17m Herrera (RC).

Cambios: ST: 9m Godoy por Chancalay (C), 15m Zampedri por Lovera (RC), 24m Mariano González por Heredia (C) y Pereyra por Herrera (RC), 29m Lioi por Carrizo (RC) y 32m Moschión por Zuculini (C).

Árbitro: Fernando Rapallini.

Cancha: Central.

¿Puede un triunfo trascendente mejorar a un equipo que atraviesa un mal momento? Si se acepta la influencia de los estados de ánimos, la respuesta apareció ayer en el Gigante, donde un Central con otra disposición cambió su cara deportiva sin necesariamente despojarse de las carencias que lastran su presente en Superliga. Dos equipos con ganas de ganar ofrecieron una actuación atractiva en Arroyito. Colón tuvo facilidades para patear al arco con la movilidad de Correa pero su falta de efectividad lo privó de la victoria. Central descubrió en Ortigoza al organizador de juego, mostró a Gil más activo y logró el empate con otro gol de Germán Herrera. Pero con eso tampoco le alcanzó para hacerse de los tres puntos y el resultado condena al canaya a extender la racha sin triunfos a siete partidos.

Colón no vino al Gigante con ganas de especular. El sabalero es un equipo con vocación colectiva para atacar. En general sus jugadores dan pases hacia delante en cualquier lugar de la cancha. Cuanto más avanzó el equipo en el campo, más apareció Correa. Y cuando el delantero entró en juego, Central sufrió.

La discreción de Bauza con sus equipos a la hora de la composición ofensiva ya es conocida. Pero ayer, a diferencia de los últimos partidos, Central fue más vertical en su juego gracias a Ortigoza y Gil, ambos convencidos en dar pases a zonas de riesgo para el rival. Ortigoza lo hizo más como lanzador en mitad de cancha, Gil a partir de su movilidad.

Sebastián Granata
Ortigoza se hizo organizador del juego y de a ratos se adueñó del partido con sus pases verticales.

En la primera parte Colón fue más preciso con la pelota y logró jugar más tiempo en campo canaya. Correa probó primera como un tiro a las manos de Ledesma y durante ese dominio del juego Estigarribia no llegó a tocar la pelota al ingresar solo por el segundo palo. La disposición de ataque que ofreció la visita encontró su premio en un gran gol de Correa. Zuculini robó la pelota en el medio, Correa se metió entre Cabezas y Gil y definió alto ante la salida de Ledesma.

Más allá de un cabezazo a la carrera de Herrera a las manos de Burián, Central reaccionó recién en el segundo tiempo. En los primeros 25 minutos se vio lo mejor del equipo, con presión sostenida y con la pelota en campo rojinegro. Y cuando Central atacó con convicción, Herrera fue imparable. El goleador de moda en Arroyito no llegó a empujar un cabezazo de Carrizo, tras preciso centro vertical de Ortigoza, y en la jugada polémica de la tarde Ortiz empujó al nueve cuando buscaba salir del área con pelota al pie, pero el árbitro no cobró penal.

El único en Central que no aportaba al juego era Lovera e ingresó Zampedri. Con los dos nueve en cancha, Herrera empató con un gran cabezazo al ir a buscar un tiro de esquina al primer palo sobre el área chica. El fervor de los canayas se sostuvo algunos minutos más pero el equipo ya no fue profundo.

Central bajó el ritmo del despliegue físico y Colón se animó a ir por la victoria en el tramo final. Ledesma atajó un remate Correa y el delantero sabalero lo perdió con disparo cruzado y desviado en tiempo de descuento. Colón hizo méritos para ganar. Pero Central esta vez no merecía perder.