Con un doblete del goleador del campeonato, Emanuel Gigliotti (11 tantos), Independiente superó 2-0 a Argentinos como visitante ayer por la mañana y retornó a la senda del triunfo tras la derrota sufrida el fin de semana pasado ante Atlético Tucumán (4-2). El elenco de La Paternal, por su parte, sumó su cuarto traspié consecutivo, no logra escapar del último puesto de la Superliga y empieza a ver la tabla de los promedios con preocupación.
Tras afrontar los primeros partidos del torneo con la cabeza puesta en la Copa Libertadores –y hasta postergar su encuentro de la primera fecha por la Suruga Bank japonesa–, el equipo de Ariel Holan comenzó a tomar vuelo en el torneo local. Con el triunfo de ayer, los de Avellaneda acumulan tres victorias en los últimos cuatro partidos –habían ganado sólo uno de sus primeros seis– y ya se asoman a los puestos de clasificación a copas internacionales. Claro que gran parte de esta levantada se debe al muy buen momento de su goleador, quien marcó seis de los nueve tantos de Independiente durante ese lapso de cuatro encuentros.
Y ayer, Gigliotti confirmó nuevamente que su confianza está por las nubes. Cuando poco había pasado en el encuentro, el ex Boca recibió la pelota en la puerta del área, se dio vuelta y sacó un zurdazo rasante que superó la estirada de Cháves y se metió en su palo izquierdo a los 16 minutos. Ni potente ni bien colocado, la virtud del disparo fue la sorpresa. Mucho más tarde, a cinco del final, Gigliotti clausuraría las esperanzas de los locales cuando recibió del ingresado Braian Romero y sólo tuvo que lanzarse a empujarla para marcar el 2-0 tras un gran contragolpe.
Pero el autor de los dos goles no jugó solo. Independiente demostró el habitual buen rendimiento colectivo y, además, tuvo a un muy sólido Martín Campaña para sostener la ventaja cuando esta era mínima. Sin embargo, del que más ayuda recibieron Gigliotti e Independiente fue de Argentinos. En el primer tiempo, el equipo local exhibió las también habituales desatenciones defensivas que lo llevaron a militar en el último puesto de la tabla. Mientras que en el complemento, cuando pudo ordenarse y hasta llegó a ser superior que su rival, evidenció la impotencia ofensiva de la que es víctima (Argentinos no sabe lo que es marcar un gol desde hace siete partidos, entre Superliga y Copa Argentina). El reflejo más claro de ello se dio en la segunda parte, cuando Batallini apretó una salida del fondo visitante, recuperó y ubicó a Gastón Verón solo frente a Campaña en el área chica. Pero el de 17 años mandó la pelota por arriba del travesaño en una acción difícil de creer. En la siguiente jugada, el juvenil tuvo revancha, pero su remate se lo sacó el uruguayo. En conclusión, errores propios y virtudes ajenas ahondaron la crisis de Argentinos. Mientras tanto, la aprovechó Independiente, que escala en la tabla.