Las cinco maestras acusadas de maltratar niños en el jardín Tribilín recibieron condenas de entre cuatro y siete años. El Tribunal Oral Criminal (TOC) número 4 de San Isidro encontró culpables a las docentes por los delitos de “abandono de persona, amenazas y lesiones” a más de 40 niños de entre 3 y 5 años.
Noemí Núñez, directora de Tribilín, fue condenada a 7 años y 7 meses de prisión. Por su parte, Sabrina Gogonza recibió una pena de siete años de prisión; a Noelia Gallardo le dieron seis años y tres meses; a Mariana Buchniv, cinco años y seis meses y a Gisela Diap, cuatro años y seis meses. Además, todas estarán inhabilitadas por 10 años para ejercer tareas vinculadas con menores de edad.
Originalmente, la querella pidió “10 años por el abandono agravado”, pero aseguraron estar conformes con el veredicto del Tribunal. “Si bien nosotros ponderamos una sanción punitiva un poquito mayor, teniendo en cuenta que las condenadas no tienen antecedentes penales, me parece que es justo 7 años y 7 meses para Núñez, que sumergía la cabeza de un niño en la pileta para torturarlo”, afirmó Sergio Arenas, abogado que representó a los padres de los alumnos. El letrado consideró que los jueces “implementaron la pena que se merecen porque le han arruinado la vida a menores de edad”.
La denuncia contra las maestras y la directora fue realizada por un padre en febrero de 2013. El hombre sospechaba que su hija era maltratada en la institución, por lo que decidió ponerle un grabador en la mochila. Así registró cómo las maestras agredían a los niños. “Ponete a guardar enfermo mental”, es una de las frases que se escuchan en las grabaciones.
Arenas destacó que las grabaciones jugaron un papel clave en el juicio porque, de no contar con ellas, no se hubieran descubierto los maltratos. “Es un fallo histórico. Creo que fue un proceso sanador y que engrandece a la Justicia porque se ha sancionado a personas que torturaron niños”, afirmó Arenas.
Además, el letrado confirmó que se continuará investigando al resto del plantel docente de Tribilín porque no todos los niños que asistieron al jardín de infantes fueron sometidos a cámara Gesell. “Lo bueno del fallo es que va a ordenarse la investigación a los chiquitos que faltan”, sostuvo Arenas.
“Espero esto sirva para que no vuelva a pasar en ningún jardín”, aseguró Pablo, uno de los padres que participó en la demanda. “Es responsabilidad de los directivos saber qué docentes tienen trabajando para ellos, pero también es responsabilidad del Gobierno de la provincia y del Municipio en auditar y controlar estas cuestiones que acá no se hicieron”, opinó el hombre.