La actividad industrial anotó un derrumbe histórico del 11,5 por ciento en septiembre respecto de igual mes del año pasado. Se trata de la mayor caída interanual desde julio de 2002, cuando hubo un retroceso del 12,2 por ciento. En lo que va del año, la industria acumula una baja de 2,1 por ciento respecto de igual período de 2017. Los datos fueron informados ayer por el Indec y entregan un panorama más negativo de lo que había estimado el equipo económico. El FMI proyecta que este año la economía caerá 2,8 por ciento, en tanto que en 2019 la contracción será del 1,7 por ciento. En el documento oficial se precisó que los sectores fabriles más afectados por la crisis económica fueron el textil, caucho y plástico, sustancias y productos químicos y refinación de petróleo, entre otros. Las perspectivas de las empresas no son optimistas. Una cada tres espera reducir personal antes de diciembre.
El desequilibrio de la economía afecta fuertemente a todos los sectores de la actividad. La rama manufacturera es una de las más comprometidas. La pérdida de producción de los distintos rubros fue notable. El sector textil que produce esencialmente para la demanda interna computó en septiembre una pérdida inédita del 24,6 por ciento interanual, con una baja de 10,5 por ciento en nueve meses contra igual lapso de 2017. El bloque de hilados de algodón se contrajo en septiembre 18,7 por ciento, mientras que el de tejidos lo hizo en 29,1 por ciento. Otro sector mercado internista como edición e impresión bajó un 21,6 por ciento, al tiempo que la industria del tabaco cayó un 15,8, papel y cartón bajó 8 por ciento, y refinación del petróleo, el 11.
La caída del sector alimentos también fue importante. Se anotó un retroceso del 3,2 por ciento. El bloque de azúcar y productos de confitería marcó una baja de 10,6 por ciento, en tanto que molienda y cereales cayó 8,8 por ciento; bebidas, -8,6, y carnes blancas, -0,5. En contraste, se anotó un incremento del 1,2 por ciento en carnes rojas, del 5,5 por ciento en lácteos y del 6,6 por ciento en yerba mate.
El rubro de caucho y plásticos, que tiene un fuerte encadenamiento con la producción automotriz, marcó una contracción del 20,4 por ciento. En el sub rubro neumáticos la baja alcanzó a 16,3 por ciento y en manufacturas de plástico, a 21,3. En el complejo de autos la disminución fue de 15,7 por ciento. En el sector automotor se registran pérdidas por las menores ventas en el mercado local, en tanto que la leve mejora en las exportaciones a Brasil no alcanzan a compensar la evolución de la demanda interna. La devaluación y las elevadas tasas de interés en pesos son elementos claves para explicar el deterioro del sector. En octubre, la cámara de terminales automotrices, Adefa, adelantó que la producción cayó 11,8 por ciento.
La metalmecánica, excluida la industria automotriz, anotó una disminución del 20,5 por ciento y fue una de las ramas con mayores retrocesos el mes pasado. El sector de minerales no metálicos, en tanto, computó bajas del 3 por ciento, en donde sobresalió la caída de 7 por ciento de vidrio, de 3,2 de cemento y 1,8 de otros materiales para la construcción. El parate de la edificación privada y pública fue una clave para explicar el retroceso de esta rama (ver aparte).
En cuanto al sector de sustancias químicas, la pérdida se ubicó en el 4,7 por ciento. Hubo una baja de 8 por ciento en el bloque de productos químicos básicos, de 17,5 por ciento en detergentes, jabones y productos personales, de 56,9 por ciento en fibras sintéticas y artificiales (que se utilizan para la industria textil) y 6,5 en materias primas plásticas.
El indicador de actividad industrial del Indec se compone por 12 ramas. Se registraron pérdidas de producción en 11 y la única con aumentos fue metálicas básicas (2,7 por ciento), que estuvo impulsada por el incremento del 2,8 por ciento del acero crudo y del 2,0 por ciento del aluminio primario. En ambos casos las subas se originan en la mayor colocación de productos en mercados externos, aunque disminuyen las ventas al mercado interno, explica el informe del Indec.
Las caídas de la industria arrancaron a partir de mayo. Ese mes el retroceso había sido de 1,2 por ciento interanual, mientras que en junio fue de 8,1 por ciento, en julio de 5,7 por ciento, en agosto de 5,6 y en septiembre se alcanzó el pico de caída con 11,5. Para los referentes de la actividad la situación es crítica y no se muestran optimistas. El Indec realiza una encuesta sobre las perspectivas de los empresarios para los próximos meses. El 60,7 por ciento de las empresas espera una baja de la demanda en el último trimestre de 2018, mientras que 54,7 por ciento de las firmas no cree que aumente el ritmo de sus ventas de exportación. Esto lleva a las empresas a limitar sus planes de inversión porque no esperan consumo que les justifique ampliar la producción.
La encuesta de perspectivas del Indec deja en claros otros problemas estructurales. El principal está puesto en el mercado de trabajo. Una de cada tres firmas espera reducir su dotación de personal en el último trimestre de 2018. Los despidos y cierres de establecimientos productivos son una noticia corriente semana a semana. En agosto, según datos de la Secretaría de Trabajo, se perdieron 4200 puestos fabriles, en tanto que en ocho meses del año la contracción fue de 33.100 empleos industriales y desde que asumió Mauricio Macri, de 98.200.