La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) detectó errores en los cálculos de gastos e ingresos en el proyecto de Presupuesto para el año 2019, que dejarían una “brecha sin financiamiento” por 21.535 millones de pesos. La diferencia surge a partir de las modificaciones incorporadas al proyecto original durante el debate del proyecto en Diputados, consecuencia de las negociaciones y acuerdos con los legisladores vinculados a la oposición para que prestaran su voto de apoyo al oficialismo. Cuando esos incrementos de gastos se volcaron a los nuevos cuadros presupuestarios, que sumaban más de 24 mil millones de pesos, no se contempló plenamente cuál sería la fuente de financiamiento ni si eran el resultante de una reasignación de partidas –en cuyo caso, hubieran debido reflejar bajas en otros rubros de gastos–, y apenas quedaron registradas subas de recursos por menos de 2700 millones de pesos. Entre una y otra cifra, surge el monto de 21.535 millones de pesos de gastos adicionales sin financiamiento.
De acuerdo con el informe de OPC, el texto aprobado por Cambiemos y parte de la oposición hace dos semanas incrementó en 2673 millones de pesos pero estos no alcanzan para solventar los gastos, que registran un aumento por 24.208 millones. “La media sanción de dicha Cámara implica un incremento del 0,1 por ciento en los recursos y un incremento del 0,6 por ciento en los gastos totales”, puntualizó el informe. Allí los economistas destacaron que este error “obliga a reducir gastos en la misma magnitud o a buscar financiamiento adicional”, aunque ya advirtieron que “se alterarían los resultados primario y financiero”.
La OPC señaló que los diputados crearon 16 nuevos artículos, modificaron 24 y eliminaron 18. El problema radica en que “los efectos resultantes de estas modificaciones no han sido plasmados en el cálculo de recursos ni en las autorizaciones de gastos previstas inicialmente en el proyecto”. Según la OPC, en parte las modificaciones derivan de cambios en el articulado del proyecto de ley (artículos 85, 90 a 94 y 127) y la modificación en el Impuesto a los Bienes Personales. Así, el Gobierno -con el Presupuesto aprobado- no tendrá crédito, por lo cual deberá emitir decretos o proponer leyes que compensen partidas de gasto corriente o reduzcan gasto de capital.
El Presupuesto 2019 prevé un retroceso de 2,4 por ciento en el PBI de este año y de 0,5 en 2019. Para conseguir el “déficit cero” habrá ajustes en distintas áreas, excepto en el pago de intereses de deuda, que se incrementan cerca del 50 por ciento. El gasto primario crecerá nominalmente un ritmo del 24 por ciento en 2019 y los recursos sociales se expandirán un 32 por ciento. En términos reales, la reducción del gasto será del 6 por ciento en servicios sociales; del 23 por ciento en educación y cultura; del 48 por ciento en vivienda y urbanismo; del 20 por ciento en promoción y asistencia social; del 8 por ciento en salud; del 17 por ciento en ciencia y técnica; y del 20 por ciento en agua potable y alcantarillado.