La asunción del magnate Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la primera economía y potencia militar a escala global, provocó distintas reacciones entre los políticos argentinos. “Les deseamos todo el éxito a la nueva administración y al pueblo norteamericano”, fue el augurio del presidente Mauricio Macri a través de Twitter. “En la relación directa bilateral el impacto en Argentina es limitado, no tenemos un tratado de libre comercio y el nivel de comercio con nuestro país es extremadamente bajo”, sostuvo el embajador argentino en Washington, Martín Lousteau. Los más entusiastas fueron Sergio Massa, Graciela Camaño y Martín Redrado (del Frente Renovador) quienes asistieron a la ceremonia de asunción invitados por el “amigo” de Massa –según él mismo lo describió– Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York y ahora asesor en seguridad informática de Trump. Las ironías del kirchnerismo y las críticas de la izquierda contrastaron con el agrado de macristas, massistas y aliados por el acto protocolar en el traspaso de mando presidencial estadounidense.
Con los jefes de Estado de distintos países marginados de la ceremonia del traspaso presidencial estadounidense, Macri expresó sus deseos a la distancia. “Asume hoy Donald Trump como presidente de los EE.UU. Les deseamos todo el éxito a la nueva administración y al pueblo norteamericano”, posteó el presidente.
Distinta fue la suerte de Lousteau. Los embajadores representaron en la asunción de Trump a los países con los que EE.UU. mantiene relaciones diplomáticas. “Fue un discurso muy fuerte, ratificó cada una de las consignas de la campaña y muy critico del establishment político y Washington”, dijo Lousteau y evitó hacer otras apreciaciones ante la imposibilidad de inmiscuirse en los asuntos internos estadounidenses. En una entrevista radial, el embajador dijo que intercambió opiniones con sus “colegas” pero se limitó a decir que “las percepciones son distintas si se trata de México, un país de Asia o de Europa”. En cambio, se refirió a la relación bilateral con la nueva administración. “En la relación directa bilateral el impacto en Argentina es limitado, no tenemos un tratado de libre comercio y el nivel de comercio con nuestro país es extremadamente bajo”, sostuvo Lousteau, como una manera de confirmar que el alineamiento internacional con Washington es más ideológico que económico.
La voz disidente del macrismo fue el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. “Proteccionismo, cerrazón y la idea de que el interés de un país debe ponerse por delante del interés de los demás, fueron el discurso de Trump”, escribió el senador por la Ciudad de Buenos Aires en Twitter.
El massismo tuvo su delegación oficial en Washington. Un día antes del traspaso de mando, Massa posteó una foto junto en Twitter junto a sus compañeros del Frente Renovador y a su anfitrión: “Invitado a la asunción del presidente de EE.UU., con mi amigo Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York”. Massa acordó con el creador de la “tolerancia cero” contra el delito y ahora asesor en ciberespionaje de Trump, intercambiar políticas de seguridad. Lo hizo en nombre del gobierno de Chubut –donde su aliado Mario Das Neves avaló la represión contra los mapuches de comunidad Pu Lofa y los municipios del norte bonaerense de Tigre, San Fernando y Pilar.
A diferencia de Massa, el resto de su comitiva subió a las redes sociales sus fotos frente al Capitolio. “Un discurso simple y profundo de Trump: todas las políticas públicas deben tener un objetivo: generar empleo”, escribió Redrado junto a su foto. El senador massista bonaerense y especialista en seguridad, Jorge D’Onofrio, difundió la propia junto a Camaño.
“Inauguración del Periodo presidencial USA 45. Jura #DonaldTrump con @GracielaCamano en Washington”, escribió la diputada junto a su foto. Las burlas y las memes no tardaron en llegar. Otra foto en la red social Twitter ya le había jugado una mala pasada a la jefa de los diputados renovadores: fue cuando posteó la imagen del encuentro en el que Massa recibió en su casa de Tigre a funcionarios macristas para acordar la reforma del Impuesto a las Ganancias pero borró con photoshop el sushi y la bebida que acompañaron la mesa de negociación.
“Parece que la lluvia de inversiones tendrá otros destinatarios... Y si, ‘Primero Estados Unidos’”, ironizo el diputado kirchnerista Guillermo Carmona, sobre las expectativas del Gobierno argentino y el discurso inicial de Trump.
“Se inicia una nueva fase de la crisis capitalista: agravamiento de la guerra comercial y militar, crisis políticas y rebeliones”, sostuvo el diputado del FIT-PO, Néstor Pitrola, también en las redes sociales.
Oficialistas y opositores amigables elogiaron la ceremonia estadounidense como una crítica al kirchnerismo. “Ejemplo de transición y democracia”, posteó el diputado radical Luis Petri. “Se pueden decir varias cosas, pero es un placer ver al Presidente saliente dar la bienvenida al nuevo Presidente”, sumó la diputada macrista Cornelia Schmidt Liermann.
“Fortaleza institucional. La mayoría no lo votó. Pero están todos. Bien ahí”, publicó la diputada massista Mónica Litza. “No puedo dejar de pensar que el único lugar donde el presidente saliente no concurre a transmitir el mando al presidente electo es Argentina”, sostuvo la líder del GEN y aliada massista, Margarita Stolbizer.