Los obispos católicos reunidos en asamblea aprovecharon la ocasión para rescatar la figura del obispo Enrique Angelelli, y sus compañeros mártires, asesinados en 1976, y todos ellos beatificados ahora por el papa Francisco para mostrarlos como ejemplo para la Iglesia y para la sociedad. "La muerte de Angelelli y la forma como murió son una clara coronación de una vida consecuente con sus convicciones y con la misión del pastor de dar la vida por su rebaño", dice el documento emitido por la asamblea episcopal, en el que también se destaca que de esta manera el obispo mártir "selló con su sangre su compromiso por la paz, la justicia y la dignidad integral de la persona humana, por amor a Cristo y a los pobres, en plena coherencia con el Evangelio".
En el texto dado a conocer hoy los obispos argentinos afirman que "queremos compartir con todos la gran alegría de la próxima beatificación del Obispo Enrique Ángel Angelelli, de Fray Carlos de Dios Murias, del Presbítero Gabriel Roger Longueville y del laico Wenceslao Pedernera" y confirman que la ceremonia de beatificación será el 27 de abril de 2019. También agradecen los obispos "de corazón al Papa Francisco, que así recoge el discernimiento de la Iglesia y nos alienta a gastar la vida en el servicio".
La beatificación con la que ahora se reconoce a Angelelli y a sus compañeros, es un gesto a través del cual la Iglesia Católica destaca a una persona como ejemplo de vida. "Angelelli - dice el documento- quien fue Obispo de La Rioja entre 1968 y 1976, sabía que su muerte era inminente y estaba dispuesto a dar la vida". Para testimoniarlo se recuerda el texto de una de sus últimas cartas en la cual informaba al entonces nuncio apostólico (representante papal) diciendo que
“Estamos permanentemente obstaculizados para cumplir con la misión de la Iglesia. Personalmente, los sacerdotes y las religiosas somos humillados, requisados y allanados por la policía con orden del ejército. Ya no es fácil hacer una reunión con los catequistas, con los sacerdotes o con las religiosas. Las celebraciones patronales son impedidas y obstaculizadas… Nuevamente he sido amenazado”.
La causa de beatificación de Angelelli y sus compañeros mártires, estuvo paralizada muchos años e institucionalmente la iglesia local se desentendió del caso. La iniciativa en favor de la canonización (la declaración de santidad seguirá a la beatificación) fue retomada por Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires e impulsada por él mismo posteriormente desde el Vaticano. "El Papa Francisco quiso valorar especialmente esos casos en que se verificó un ofrecimiento de la propia vida por los demás, sostenido hasta la muerte', porque 'esa ofrenda expresa una imitación ejemplar de Cristo, y es digna de la admiración de los fieles'", dice ahora el documento episcopal.
El reconocimiento de los atributos que hoy permiten la beatificación de Angelelli es, al mismo tiempo, un mensaje para la actualidad. Por eso los obispos -parafraseando al Papa- recuerdan que “la santificación es un camino comunitario, de dos en dos" y que "Angelelli no estuvo solo en su martirio. Eran cuatro los que, unidos en su entrega, nos estimulan 'en contra de la tendencia al individualismo consumista que termina aislándonos en la búsqueda del bienestar al margen de los demás'", señalan.
En otra parte de su documento los obispos argentinos recuerdan que "Angelelli, como fiel intérprete del Concilio Vaticano II, era un vigía atento a recibir las señales de Dios en su Palabra y en la voz de su pueblo, mirando desde la fe la historia donde el Señor se manifiesta". Y agregan que el obispo asesinado "era un enamorado de la fe de los pobres y del testimonio de los más sencillos; era un pastor que cuidaba a los últimos y les acercaba el consuelo de Dios".
Vale recordar que la beatificación de Angelelli y sus compañeros mártires produjo ahora reacciones dentro de la misma Iglesia Católica, desde la cual partieron reclamos al Vaticano solicitando retrotraer la decisión del Papa. También en medios políticos y periodísticos hubo quejas porque Franscisco reconoce ahora a quienes, desde una mirada conservadora, se consideró durante mucho tiempo como "aliados" o "cómplices" de la "subversión".
Los obispos terminaron citando una frase del Papa cuando aún no era Francisco sino el cardenal Jorge Bergoglio: “El recuerdo de Wenceslao, Carlos, Gabriel y el obispo Enrique no es una simple memoria encapsulada, es un desafío que hoy nos interpela a que miremos el camino de ellos, hombres que solamente miraron el Evangelio, hombres que recibieron el Evangelio y con libertad. Así nos quiere hoy la Patria, hombres y mujeres libres de prejuicios, libres de componendas, libres de ambiciones, libres de ideologías; hombres y mujeres de Evangelio, sólo el Evangelio, y, a lo más, podemos añadir un comentario, el que añadieron Carlos, Gabriel, Wenceslao y el obispo Enrique: el comentario de la propia vida”.