El juez brasileño Sergio Moro, anunciado como ministro de Justicia por el presidente electo, el ultraderechista Jair Bolsonaro, se mostró partidario de flexibilizar las normas para la tenencia de armas. La flexibilización de la posesión y portación de armas en la lucha contra el crimen fue una de las banderas del candidato del Partido Social Liberal durante su campaña. El futuro ministro aseguró, no obstante, que el crimen se combate con investigaciones sólidas y evitando los enfrentamientos armados, en una entrevista en el canal de televisión Globo.
En el reportaje, Moro señaló que las reglas actuales para la tenencia de armas en casa eran muy restrictivas y que existía un compromiso del presidente electo para flexibilizarla, aunque, dijo, eso no significa promover que la gente ande armada por las calles. “Posesión significa que la persona pueda tener un arma dentro de su casa. No que salga por ahí paseando con el arma”, aseguró el juez. “El crimen organizado se enfrenta con investigaciones sólidas, el encarcelamiento y aislamiento de sus líderes y la confiscación de los productos de la actividad criminal y del patrimonio de la organización”, enfatizó Moro. El juez, sin embargo, no aprueba una política de confrontación a los tiros. “No puede construirse una política criminal, incluso de enfrentamiento del crimen organizado, basada en la confrontación y el tiroteo. El riesgo de daños colaterales es muy grande, y no sólo daños colaterales, sino de riesgo para el policía”, agregó.
Durante la entrevista, Moro se mostró favorable a la idea de Bolsonaro de que haya una reducción en la edad de responsabilidad penal, situada hoy en 18 años. La reducción de la edad penal no resuelve la criminalidad, pero, dijo, tiene que considerarse en la justicia individual. “Piense en una familia en la que uno de sus miembros fue víctima de un homicidio practicado por un adolescente de más de 16 años. La gente quiere una respuesta del Estado institucional y el sistema actual, que prevé sanciones muy reducidas para crímenes de esa naturaleza, de gravedad, es insatisfactorio”, opinó.
Otro de los temas abordados en la entrevista fue el de los crímenes de odio dirigidos a comunidades LGBTI, negros, mujeres y minorías, los cuales, según el juez, serán castigados de manera severa por el nuevo gobierno.
Moro afirmó que en la campaña electoral nunca vio una propuesta de Bolsonaro con tono discriminatorio en relación con las minorías. “Yo jamás entraría en un gobierno si hubiera una sombra de sospecha de que habría alguna política en ese sentido”, afirmó, a pesar del rechazo que han causado en estos colectivos algunas declaraciones de corte populista de Bolsonaro, conocido por sus manifestaciones homofóbicas. En 2010, en un programa de televisión había asegurado: “Si el hijo empieza a estar así medio gay, se le da una paliza y cambia su comportamiento”. En declaraciones a la revista Playboy al año siguiente, había afirmado que sería incapaz de querer a un hijo homosexual. “No voy a responder como un hipócrita, ante eso, prefiero que un hijo mío muera en un accidente”, dijo en aquel momento.
El juez Moro aceptó hace dos semanas el cargo de ministro de Justicia ofrecido por Bolsonaro, quien lo quería en su gabinete como ejemplo, según aseguró el ex capitán del ejército, de la lucha contra la corrupción.
El magistrado se hizo famoso por encabezar la fase inicial de la investigación Lava Jato y por encarcelar al expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 años por supuesta corrupción pasiva y lavado de dinero, acusado de recibir un apartamento a manera de soborno a cambio de beneficios para la constructora OAS.