Once policías y una mujer fueron absueltos ayer, por segunda vez, por el secuestro, la tortura y el crimen de Fabián Gorosito, un joven de 22 años asesinado en la localidad bonaerense de Mariano Acosta en 2010. Pero cinco de esos uniformados fueron condenados a penas de entre 12 y 5 años de prisión por el secuestro de tres jóvenes, amigos de Gorosito, a quienes habían sometido a torturas en la comisaría de la localidad, unos días antes del crimen. Ayer por la tarde, cuando el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Morón, integrado por los jueces Marcos Lisa, Agustín Gossn y Carlos Torti, dio a conocer el veredicto, familiares y amigos de Gorosito protestaron en el lugar. La absolución por el crimen del joven alcanzó a los policías Adrián Giménez, Pablo Nieva, Hernán Oviedo, Raúl Ortiz, Cristian Fortunato, Luis Fernández, Gabriel Sánchez, Leonardo Ose, Marcelo Dipierro, Rubén Villalba, Gonzalo Cueli y la civil Aixa Soledad Sosa.
Durante los alegatos, el fiscal Antonio Ferreras no había imputado a ninguno de los acusados por considerar que no quedó probado que la víctima haya estado secuestrado en la comisaría de Mariano Acosta, donde prestaban servicios los ex policías, ni que hayan sido autores o partícipes de los tormentos que provocaron la muerte.
Por su parte, el abogado de la familia Gorosito, Silvio Alfonzo, había pedido que se condenara a perpetua a tres de los policías y a penas de 8 a 18 años al resto, pero el tribunal no hizo lugar al requerimiento. El abogado Alfonzo dijo que para él el alegato del fiscal fue “una vergüenza” y que se basó, a su criterio erróneamente, en que el testigo presencial que se encontraban en la comisaría “confundió” a Gorosito con uno de los muchachos secuestrados en el otro hecho.
“El episodio previo es parte de un raid delictivo en el que los policías buscaban a Gorosito con el ardid de que procuraban detener al supuesto ladrón del arma de Giménez”, recordó el letrado y añadió que para el particular damnificado el verdadero móvil de los acusados fue vengarse de Fabián porque había mantenido una relación sentimental con la novia del mencionado efectivo.
El fiscal sí había requerido penas por el hecho de que fueron víctimas los otros tres jóvenes. Por ese episodio, el tribunal resolvió imponer 12 años de prisión a Giménez; 10 años a Di Pierro;9 años a Nieva; 8 años a Oviedo y 5 años a Cuelli.
Sin embargo, todos seguirán en libertad hasta que las penas sean confirmadas por el Tribunal de Casación Penal bonaerense.
Este fue el segundo juicio que se lleva a cabo por el caso. En 2013, el TOC 4 de Morón había absuelto a todos los imputados por falta de pruebas, aunque luego Casación revocó esa resolución y ordenó un nuevo proceso.
El crimen ocurrió el 15 de agosto de 2010, cuando Gorosito, quien trabajaba en un frigorífico situado en la estación de Agustín Ferrari, apareció muerto en un descampado ubicado en las calles Gabriel Mistral y 24 de Noviembre, junto a las vías de la ex línea Belgrano.
La instrucción de la causa estableció que Gorosito había ido a comprar a un kiosco, donde fue interceptado por policías que iban a bordo de un auto particular y dos motos. Desde allí, el joven fue llevado a la seccional local, donde se cree que lo torturaron. Finalmente, lo llevaron malherido hasta el descampado, donde finalmente lo asfixiaron.
En principio, los policías trataron de hacer pasar el hecho como un accidente (una intoxicación y posterior caída a una zanja), pero los peritajes establecieron que el joven había sufrido severos castigos antes de ser asesinado y que murió por asfixia mecánica.