Camilo Catrillanca, mapuche de 24 años, fue muerto por el Comando Jungla, un grupo comando antiterrorista de Carabineros, en la comunidad mapuche Temucuicui al sur de Chile. Además de la muerte del joven, la noche del miércoles, los efectivos policiales hirieron de bala a otros tres y detuvieron al menos a seis menores. Según las autoridades chilenas se trató de un enfrentamiento con una banda de asaltantes, pero para la comunidad mapuche lo que sucedió fue un fusilamiento por razones políticas.
La muerte de Catrillanca llevó ayer a la comunidad Antonio Peñeipil, otra de las poblaciones indígenas concentradas en la región de la Araucaria, a pedir un gran levantamiento mapuche. “Esta muerte solo reafirma nuestra justa lucha como pueblo por las tierras usurpadas y que hoy se encuentran en poder de empresas”, señaló la comunidad a través de una declaración pública. La comunidad estudiantil adhirió al llamado. Como resultado hubo manifestaciones en distintos lugares de Chile y los carabineros volvieron a actuar. Durante las protestas en Temuco y en Santiago de Chile los efectivos policiales lanzaron gases lacrimógenos y usaron carros hidrantes.
“Camilo era un joven mapuche, nieto de Juan Catrillanca, lonko (jefe) de otra comunidad mapuche de la zona. Era de una familia que durante mucho tiempo estuvo luchando por la restitución de tierras. Incluso Camilo mismo se estaba construyendo su casa en una tierra que había sido recuperada tres años atrás”, relató Jorge Huenchullan, Werken (una de las autoridades) de la comunidad de Temucuicui a PáginaI12. Según el líder indígena Catrillanca estaba en su tractor con un menor sentado a su lado, cuando fue emboscado en las inmediaciones de su casa. “El Comando Jungla, que viajaba con sus autos blindados, comenzó a disparar a Camilo por la espalda”, explicó Huenchullan. Ayer la autopsia determinó que los disparos se efectuaron a no más de diez o 20 metros. “Ellos sabían que le disparaban a Camilo”, denunció el líder mapuche.
En cambio el gobierno chileno sostuvo que el operativo que terminó con la muerte de Catrillanca se desencadenó por un supuesto robo de tres autos, en las inmediaciones de una escuela cercana a la comunidad. El ministro del Interior, Andrés Chadwick, desvinculó el incidente del histórico conflicto mapuche por la recuperación de tierras. “Estos hechos han tenido su origen en un delito común, un asalto grave y violento contra cuatro mujeres (maestras de la escuela y dueñas de los autos), un delito común que nada tiene que ver con las situaciones de conflicto que se han vivido en la zona rural derivadas del llamado conflicto mapuche”, afirmó ayer en una rueda de prensa. Además anunció la designación de un fiscal con dedicación exclusiva para esclarecer la muerte del joven mapuche.
Sin embargo, esta respuesta no deja nada tranquilos a la comunidad. “El nombramiento del fiscal no nos genera confianza, dado que la Araucanía no ha tenido el mejor actuar de la justicia, por eso, hace un tiempo se creó una comisión especial investigadora”, afirmó a este diario Emilia Nuyado, diputada mapuche.
La “zona roja”, la Araucania, es el lugar del conflicto por que es donde históricamente estuvo la resistencia, explicó a esta cronista una mujer mapuche chilena que vive allí, quien pidió mantener el anonimato por temor a una represalia. El Comando Jungla es una unidad especial de élite de la policía chilena que se formó en Estados Unidos y posteriormente en Colombia y fue enviada al sur chileno con el objetivo de combatir supuestos grupos terroristas en el pasado mes de marzo, cuando el presidente Sebastián Piñera empezó su segundo mandato.
“Es una clara respuesta a las promesas de campaña. Como ya lo ha dicho, Piñera le está devolviendo el favor al pueblo que pidió la presencia de los militares en las calles”, afirmó la comunera mapuche. Huenchullan subrayó que el asesinato no puede leerse por fuera del conflicto de por la recuperación de tierras. “No es posible que no supieran que se trataba de Camilo, además, es imposible pensar que si él supuestamente acababa de robar un auto, posteriormente se hubiese subido a un tractor a trabajar la tierra. Eso fue es una emboscada”, denunció el líder de la comunidad, para después subrayar la participación del joven en las actividades comunales. Catrillanca, afirmó el líder indígena, participaba de las tradiciones culturales de la comunidad. Había sido nombrado Weichafe (guerrero). “Era un mapuche bien arraigado a su cultura”, explicó Huenchullan.
Luego de la muerte de Castrillanca, el bloque opositor en la cámara de diputados expidió un comunicado en rechazo a la violencia de la fuerza policial y militar. “Desde el Congreso hicimos un pronunciamiento en conjunto desde la bancada socialista, el Frente Amplio, el comunismo, el Partido por la Democracia, y el Partido Demócrata de Chile.”, afirmó Nuyada quien agregó que la respuesta del Ministro del Interior frente a los hechos, no hizo más que sembrar incoherencias. “Si se trató, como la versión oficial afirma, de un delito común, no se explica el actuar del comando preparado en Colombia para combatir la guerrilla,” consideró.
Informe: Sofía Solari