A un mes exacto de la creación de la Asociación de Personal de Plataformas (APP), el primer sindicato de trabajadores de aplicaciones de transporte y delivery, la empresa Rappi despidió a parte de su comisión directiva tras una reunión en la que solicitaron mejoras en las condiciones de trabajo. Según contaron los cesanteados a Página/12, los despidos adoptaron la forma de “bloqueo”, es decir, de la restricción concreta, por parte de la aplicación, a que los repartidores puedan acceder a su cuenta y por ende recibir pedidos. Entre los despedidos se encuentra Roger Rojas, Secretario General del sindicato que también agrupa a trabajadores de otras empresas, como Glovo o Uber.
Los despidos ocurrieron el viernes pasado, aunque el sindicato recién los dio a conocer hoy, tras gestiones fallidas de reincorporación. “Luego de una reunión con representantes administrativos de la empresa, dos compañeros y yo fuimos bloqueados, lo que significa que ya no podemos seguir trabajando. Consideramos que Rappi arremetió contra la organización de los trabajadores de plataforma de manera violenta”, dijo a este diario el secretario general, que se desempeña como “rappitendero” hace cinco meses. En la reunión que dio lugar a los despidos, Rojas y sus compañeros reclamaron cobertura por ART y un salario base para cubrir la cantidad de horas trabajadas por los repartidores, ya que la demanda no es suficiente y trabajan todos los días, sin límite horario, para cubrir sus necesidades básicas.
Desde que la multinacional colombiana llegó a la Argentina, en febrero de este año, aproximadamente 12 mil repartidores fueron capacitados y dados de alta en la aplicación. Al no estar registrados, sin embargo, no es posible saber la cantidad exacta de los que actualmente está trabajando, dato que sólo tiene la compañía y que no quiere informar. Y es que bajo el eufemismo de “ser tu propio jefe”, la empresa promueve (y se apoya en) la precariedad laboral que impone el nuevo paradigma de trabajo on demand, en el que los trabajadores son todos “freelance”. Es por eso, sencillamente, que Rappi habla de “bloqueos” mientras que el sindicato denuncia “despidos”.
“Técnicamente, un bloqueo en este tipo de plataformas equivale a una suspensión o un despido, porque es la imposibilidad de trabajar. Cuando ese bloqueo está dirigido a la comisión directiva de un sindicato recientemente creado se trata de un despido discriminatorio. Cuando sucede inmediatamente después de una reunión con la empresa, es directamente un insulto a la libertad sindical”, sentencia Juan Manuel Ottaviano, asesor legal de APP. Teniendo en cuenta eso, en los próximos días los trabajadores pedirán a través del sindicato que se ordene judicialmente su reincorporación.
Según contaron desde APP, no es la primera vez que la compañía despide trabajadores sindicalizados. Una de las integrantes de la comisión directiva de APP, de hecho, ya había sido bloqueada hace unas semanas y nunca volvió a ser dada de alta. Cuando ingresan a la aplicación, ella y sus compañeros despedidos, una leyenda les dice que están “inhabilitados” y que deben comunicarse con el sector de comunicaciones, que nadie sabe qué es.
“Van a usar toda la violencia contra la organización de los repartidores, pero nosotros no vamos a irnos callados a nuestra casa. No tenemos nada que perder. Quieren cortar rápidamente la primera organización de plataformas pero nosotros contamos con la solidaridad de muchos, aquí y en todas partes”, expresaron en un comunicado los trabajadores, los mismos que en julio protagonizaron en la Argentina el primer paro de trabajadores de plataformas de toda América Latina.