Un fusil AK 47 que figuraba en la denuncia pero no existe. Un Mauser 1909, calibre 7,65, que usó el Ejército argentino en la década de 1920. Un rifle de aire comprimido de venta libre. Una escopeta de un caño, marca Centauro, de la década de 1950, usada para cazar palomas o perdices, siempre que sea de cerca. Dos revólveres españoles de la década de 1930, calibre 32 largo; una pistola española calibre 6,35 también de las décadas 1920 a 1930. Este es el listado de casi todo el “arsenal” que la Casa Rosada trató de vincular con la organización libanesa Hezbollah, asociando todo al terrorismo, pese a que en la causa no figura ni esa palabra ni ninguna similar. Junto a la movida contra los jóvenes islámicos de Floresta, el Gobierno no se privó de presentar como grandes subversivos a los precarios anarquistas de la calle Pavón, que armaron “caños” tan rústicos que uno les estalló a ellos mismos y en otro, en casa del juez Claudio Bonadio, la mecha ni siquiera estaba conectada con el caño de pólvora. Como no hay dos sin tres, el Ejecutivo sumó a “ola de amenazas” la acción de un grupito que quemó tres maquinarias viales cerca de Bariloche y dejó panfletos reivindicando la causa mapuche. Para redondear el combo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no tuvo mejor idea que sugerirle a los porteños “que se vayan de la ciudad” durante el fin de semana del G-20 completando la estrategia de agrandar el tema de seguridad, fingir algún nivel de eficiencia de cara a los mandatarios extranjeros y, sobre todo, esquivar el tema de los temas para los argentinos: la catastrófica situación económica.
Causa
El juez federal Sebastián Ramos rechazó el pedido de excarcelación de los hermanos Axel y Kevin Abraham Salomón, entre otras cosas porque seguramente no quiso exponer al papelón al gobierno nacional. Por lo tanto resolvió esperar a que le entreguen un informe sobre las armas encontradas en el domicilio familiar, que se verifique algo de los viajes a Medio Oriente y se traduzcan un par de textos en árabe también detectados en el allanamiento. Dejarlos en libertad antes del fin de semana largo era un desaire para la versión oficial.
La calificación hasta ahora no tiene nada que ver con terrorismo sino “tenencia ilegítima de arma de guerra” y tal vez “acopio de arma de guerra”. Todo esto depende del informe que realicen los expertos sobre la aptitud de disparo de lo encontrado en la calle Chivilcoy: “no importa si el material es viejo, hay que ver la capacidad de daño”, señaló una fuente judicial. Para los investigadores está claro que se trata de armas viejas.
Según señalan en Comodoro Py, la documentación no está al día, por lo cual se investigan los delitos relacionados con la tenencia ilegal y el acopio. Un dato llamativo es que lo más peligroso que surgía de la denuncia anónima —viejo recurso policial y de los servicios de inteligencia— era la existencia de un fusil de asalto AK-47, un arma que siempre aparece en manos de los “lobos solitarios” estadounidenses que disparan contra chicos y grandes en escuelas o universidades. En el domicilio de los Abraham Salomón no había ninguna arma semejante.
Delegado
La indignación creció todavía más a raíz de una nueva orden de allanamiento emitida por el juez de Lomas de Zamora, Alberto Santamarina, en un departamento de primos de los Abraham Salomón, también en Floresta, en Emilio Lamarca 405. Aunque había orden de detención contra Hassan Hamze, la reacción de toda la familia derivó en que finalmente no se llevaran al joven. Eso sí, la familia de Hassan dice que en el allanamiento golpearon al muchacho, le destrozaron la casa, y terminaron llevándose computadoras y papeles.
Un dato llamativo es que Santamarina dejará de ser juez el 30 de noviembre y no abandona el cargo para ocupar un puesto judicial, sino para asumir como delegado de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en Madrid. También a la esposa de Santamarina le darán un cargo en la embajada argentina.
La movida tiene en vista de que asuma en ese juzgado Juan Tomás Rodríguez Ponte, el juez que pusieron a cargo de la oficina de escuchas telefónicas, en manos de la Corte Suprema. Hay que tener en cuenta que el juzgado federal de Lomas de Zamora tiene jurisdicción sobre el aeropuerto de Ezeiza. O sea que la Casa Rosada coparía también ese cargo.
Terrorismo
Gran parte de la comunidad sirio-libanesa tiene simpatías o adhesión a la organización Hezbollah, un partido que es legal en El Líbano, tiene 12 de los 128 diputados en el parlamento de ese país y dos de los 30 ministros del gobierno. La organización, que tiene afinidad con Irán, cuenta con un ala política y un ala militar. Europa, por ejemplo, acepta el papel político de Hezbollah y proscribe las acciones militares.
En los últimos cien años, las comunidades judía e islámica argentinas han sido casi un modelo mundial de convivencia, sin que haya existido ni un solo incidente ni pelea. Ese clima de armonía parece resquebrajarse con lo que la comunidad árabe considera la persecución actual.
Anarquistas
La ministra Bullrich y los medios que la acompañan también aprovecharon dos condenables, peligrosas y artesanales acciones de grupitos anarquistas. Es obvio que no constituyen una gran organización, al punto que el artefacto de La Recoleta les estalló en las manos porque no tenía ni la menor medida de seguridad. El mecanismo dependía de un timer, similar a un despertador, pero que se accionó cuando se estaban sacando una selfie. Anahí Salcedo está grave en el Hospital Fernández y Hugo Rodríguez preso. La policía allanó la casa de 32 habitaciones que ocupaba el grupo, se llevó a diez personas más y todos estaban a punto de ser indagados anoche. Usarán contra ellos los materiales que supuestamente encontró la Policía Federal en la casa de la calle Pavón: el grupo es tan elemental que ni se preocupó por “limpiar” de rastros el lugar.
En el caso del artefacto arrojado en la casa del juez Claudio Bonadio, también el mecanismo falló por su precariedad. Al juez lo habían amenazado porque tuvo presos durante meses a anarquistas que participaron, encapuchados, de la marcha por la reforma previsional en diciembre. El caño debía ser accionado por una mecha, lo que provocaría el estallido de la pólvora dentro del caño y luego de los dos tubitos de butano. Pero la mecha estaba mal adherida al caño, por lo cual no funcionó. Exhibe la precariedad del mecanismo y de quienes lo armaron.
Bariloche
También en la madrugada de ayer, hubo un ataque de personas no identificadas contra un obrador de Vialidad en la ruta 40. Los individuos sujetaron al sereno con cordones de sus zapatillas, le pusieron una manta en la cabeza y luego quemaron tres máquinas viales. En la huida dejaron panfletos con consignas mapuches, sin firma, pero señalando que “la sangre derramada será vengada”; “libertad a Jones Huala” y otras similares contra John Lewis, Benetton, empresas mineras y forestales.
Tampoco en este caso se observa una organización de envergadura ni la actuación de un grupo numeroso y menos que menos aquella hipótesis, como la que esbozó la ministra Bullrich, de un peligro de que quisieran establecer una nación aparte o algo así. Luis Pilquimán, referente de la comunidad mapuche de Río Negro, le dijo a este diario que “siempre nos tratan de echar la culpa de acciones que parecen más de los servicios de inteligencia. Quisieron decir que en nuestras manos había rastros de pólvora cuando mataron a Rafael Nahuel y se probó que todo era falso”.
Huyan
Armando la “amenaza de Hezbollah”; la “amenaza anarquista” o “la amenaza mapuche”, el gobierno y la ministra Bullrich se juegan simplemente a magnificar organizaciones y peligros inexistentes o muy menores.
El objetivo es, en primer lugar, correr de la agenda la cuestión económica, que hoy está en el centro de las preocupaciones de los argentinos y constituyen la verdadera debacle de la administración de Mauricio Macri.
Coyunturalmente, el segundo objetivo es hacer buena letra con Estados Unidos y el Reino Unido, de cara a la cumbre del G-20 de fin de mes. El Ejecutivo trata de exhibir algunas acciones que simulen cierta eficiencia, en especial ante las dudas enunciadas por el gobierno británico, que ayer relativizó.
Hay un tercer objetivo que es enviar un mensaje a las organizaciones sociales, gremiales y políticas que están preparando la manifestación de repudio al hambre, desocupación y marginación que hoy difunden los países del G-20 en el mundo. La movilización se concretará el viernes 30, a partir de las 15, casi seguro saliendo del Congreso Nacional. En las ediciones anteriores del G20, por ejemplo en Hamburgo, las marchas fueron de magnitud.
“Va a haber muchas fuerzas de seguridad en la calle. El operativo será muy fuerte. Las decisiones que vamos a tomar serán inmediatas si existe violencia”, amenazó la ministra.
La solución es “que los porteños se vayan, que disfruten del fin de semana largo”, una especie de provocación teniendo en cuenta la situación del bolsillo de los que viven en Buenos Aires y en el resto del país. Más allá de provocaciones y exageraciones, a lo que se apunta es que los titulares hablen de terroristas, anarquistas y mapuches y no de tarifazos, 5,4 por ciento de inflación y crecimiento de la deuda.
