En el primero de sus dos amistosos, la Selección argentina venció 2-0 a México, que aguarda por el arribo del entrenador Gerardo Martino, ante una buena cantidad de público que se dio cita en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. Ramiro Funes Mori abrió el marcador al final de la primera etapa; Isaac Brizuela en contra lo cerró en el complemento. Juan Foyth se destacó en el combinado local. Ambos equipos jugaron en total 18 partidos amistosos, con seis victorias para la celeste y blanca, nueve empates y tres triunfos para el Tri, que nunca pudo ganarle al seleccionado nacional en este suelo. La revancha será el próximo martes en el Malvinas Argentinas de Mendoza.
A priori, el técnico interino Lionel Scaloni –que podría ser confirmado en la Mayor y al mismo tiempo estar al frente de la Sub 20, un antecedente que hasta el momento sólo detentaba César Luis Menotti a fines de los ‘70– no pudo contar con Germán Pezzella, Nicolás Otamendi, Eduardo Salvio, Rodrigo Battaglia y Matías Zaracho, quienes sufrieron sendas lesiones que les impidieron estar en el primer equipo.
Por su parte, México volvía a jugar en el estadio de Córdoba, que no le trae buenos recuerdos al Tri, dado que en el Mundial ‘78 sufrió su peor derrota en Copas del Mundo: un 6-0 ante Alemania que lo dejó último en el Grupo B, ya que además perdió los partidos ante Túnez y Polonia.
Tras una previa que incluyó una profusa cantidad de fuegos artificiales, México salió con todo y tuvo dos chances en menos de dos minutos, primero con un cabezazo de Jiménez que dio el travesaño y luego, tras una imprudencia de Funes Mori, Marchesín pudo salvar las papas ante Fabián. En los albores del encuentro, la Selección parecía dormida y recién se despabiló con un tiro libre de cierto peligro a cargo de Dybala.
Y de a poco, el tándem conformado por Lo Celso y Paredes empezó a cortar los avances mexicanos en mitad de cancha, al tiempo que Acuña se afirmaba por la franja izquierda y tanto Lautaro Martínez –quien a veces se empecinaba en la personal– como Angel Correa –el primer amonestado del partido– se mostraban al acecho como posibles receptores en ofensiva.
Pero al conjunto de Scaloni le faltaba claridad y perdía a menudo con la marca azteca. Así y todo, en una jugada desprolija, la pelota le quedó en la puerta del área a Dybala, que la paró de pecho con clase y su media vuelta pudo ser desviada por Ochoa, que al rato volvería a lucir frente a Correa y un cabezazo a quemarropa de Martínez, tras centro milimétrico de Dybala. Sobre el final de la etapa, el de Juventus ejecutó otra falta con rosca a la cabeza de Funes Mori, que se redimió de su error del inicio y puso a la Argentina en ventaja al cabo de los primeros 45.
En el complemento entró Icardi, que sobre el final se relamía para anotar el segundo ante un centro del también ingresado De Paul, pero lo primereó Brizuela, quien batió su propia valla en el 2-0 final para Argentina, que le dará revancha a México el martes en Mendoza.