Si bien la crisis de 2001 y la recuperación a partir de 2003 pareció barrer por tierra con el andamiaje cultural del neoliberalismo, el regreso al poder de la alianza Cambiemos demostró que las raíces sobre las que se asentaba este proyecto mantenían aún una base firme. 

En parte también por eso, amplios segmentos de la sociedad aceptaron las justificaciones para una y otra vez ver recortados sus derechos laborales y sociales, al punto que el gobierno no vaciló, frente al rápido deterioro socioeconómico de sus políticas, en profundizar este modelo, en este caso ya bajo la tutela del FMI. El sencillo esquema, de rápido consumo popular, es que no existe financiamiento para sostener los derechos y necesidades del grueso de la población, por lo que aún con los estragos que provoca, el actual modelo económico y los fondos provistos por el FMI son el único camino posible de transitar.

Este pensamiento único, que funcionó aceitadamente durante la década del noventa bajo el paradigma del fin de la historia, hoy en día es sin embargo no solo puesto en discusión por el kirchnerismo y la izquierda, sino también por diferentes sectores del capital y del trabajo. 

Uno de ellos es la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), quienes elaboraron una serie de puntos propositivos para que el país haga un drástico giro en su política económica y logre salir del círculo vicioso de caída del empleo, de los salarios, y aumento de la pobreza en el que lo sumió la alianza Cambiemos. 

Plan

El documento, que puede leerse completo en la web de esta organización (enac.org.ar) comienza planteando que “Las y los empresarios nacionales concentramos el 75% de la fuente del trabajo de las familias argentinas, y sabemos cómo salir de esta crisis”, tras lo cual resalta su misión de “trabajar arduamente junto a los trabajadores para mantener a flote nuestras empresas, asumiendo nuestra responsabilidad para sostener las fuentes de trabajo, que están en riesgo”. Así, sostienen la necesidad de: 

  • “Reactivar el consumo interno haciendo efectivas todas las negociaciones paritarias de los trabajadores de las empresas privadas y del Estado, con las cláusulas correspondientes para compensar la inflación, actualizando también las jubilaciones y la AUH para reactivar la producción nacional y fomentar el trabajo registrado”.
  • “Administrar en forma inteligente el comercio exterior: controlando el dumping económico y social de las importaciones desde países sin derechos laborales y fomentar el valor agregado de las exportaciones”.
  • “Promocionar el crédito productivo y para la construcción en moneda nacional (Pesos Argentinos) reduciendo las actuales tasas de interés para cambiar la actual especulación por la reactivación de la producción y el trabajo”.
  • “Desdolarizar las tarifas de servicios públicos, retrotraer las mismas al 2017 y ajustarlas de acuerdo al poder adquisitivo de las familias argentinas permitiendo renegociar las deudas sin cortes por los próximos 6 meses”.
  • “Bajar al BCRA de la bicicleta financiera asumiendo el alto costo que genera hoy, porque será mucho más caro en el futuro, y desactivar los cortos vencimientos de las Leliq, exigiendo además la liquidación de los dólares de las exportaciones y haciendo cumplir el acuerdo Flex con Brasil que compensa el déficit comercial del sector automotriz”.

Mercado interno

Consultado por Cash para conocer en detalle como debería llevar adelante el Estado estos puntos, el empresario textil y vocal del ENAC Marcelo Siddig, sostiene que “en primer lugar, habría que dejar claro que es una falacia de este gobierno el hecho de que no haya plata, ya que vemos en el presupuesto del año próximo como se incrementan los fondos para el pago de la deuda, e incluso ya actualmente el Estado está subsidiando la especulación financiera, con tasas de hasta el 6 por ciento mensuales, además de continuar transfiriendo ingresos a las empresas energéticas para garantizarles su rentabilidad en dólares. Así que planteamos que en lugar de utilizar los recursos públicos para subsidiar a los grupos económicos y reactivar la ‘bicicleta financiera’, reactiven el mercado interno fortaleciendo jubilaciones y prestaciones sociales, para ponerlas por lo menos a tono con la inflación”.

¿Cree que las pymes estarían dispuestas a brindar mayores salarios?

–Con esta depresión económica en el consumo interno y el actual costo financiero, ningún sector productivo pyme puede absorber un aumento salarial de manera individual, pero si el gobierno comenzara a incrementar sus sueldos, las jubilaciones y las transferencias sociales, así como crear las condiciones para que las empresas puedan reactivarse, por ejemplo limitando la suba en los servicios públicos o evitando la fuga de divisas, esto permitiría a todos los empresarios pymes actualizar los salarios, provocando un shock de consumo, porque sabemos que vivimos del consumo de los trabajadores. 

¿Por qué cree que el gobierno continua implementando las mismas políticas que llevaron a la recesión?

–Con el fallido plan de 24 cuotas para abonar el gas, y su reemplazo para que el Estado se haga cargo de los incrementos, junto al veto de Macri a la ley para retrotraer las tarifas publicas, podemos ver que el gobierno solo busca favorecer a sus socios o amigos, que son muchos de los dueños de las empresas energéticas. De hecho, permanentemente manifiestan que quieren bajar la inflación, pero ellos mismos la generan aumentando todos los servicios públicos en manos de los grandes grupos económicos. Y hay también una cuestión ideológica de desindustrializar y regresar al viejo y ya fracasado modelo agroexportador, que nuevamente vuelve a exhibir su inviabilidad, pues pese a que el salario en dólares se redujo a la mitad, tenemos la peor balanza comercial desde 1992.

¿Sostienen entonces que los actuales resultados de la política económica no son negativos para el gobierno?

–Pensamos que efectivamente el gobierno está mas cómodo con una industria nacional depreciada y a la baja, para resolver la puja distributiva favorable a sus intereses de clase. Vemos un plan sistemático de generar cuadros de caída para que la lucha por la puja distributiva tenga organizaciones gremiales, tanto pymes como laborales, debilitadas. En lo que se refiere a nuestro sector productivo, nos ahogan financieramente, recientemente el ministro de Producción Dante Sica anuló los créditos subsidiados para Pymes bajo la idea de que son medidas populistas, cuando en realidad se aplican en todos los países desarrollados. También nos persiguen con la AFIP, y nos acorralan con las importaciones, no por casualidad se comenzó a ocultar el contenido de las mismas. Nosotros no queremos cerrarlas, pero si restringirlas a los insumos necesarios para la industria nacional. Es decir, volver a apostar a la producción y el trabajo en lugar de la especulación financiera.

@jblejmar