–De un tiempo a esta parte Aerolíneas Argentinas parece ser responsable hasta de las inundaciones. Al menos así lo dice el Gobierno.
Edgardo Llano: –Creo que responsabilizar a los trabajadores o a Aerolíneas de los distintos problemas del país es una prueba de la incapacidad política para poder resolver una problemática. El gobierno dice que el Estado no puede poner plata para sostener Aerolíneas porque eso endeuda y perjudica. Con ese criterio, yo tampoco quiero que le pidan plata al FMI, porque si gobiernan así, lo van a pagar mis hijos, mis nietos y el país no tiene futuro. Entonces me parece que si el Presidente sale a atacarnos el mismo día del conflicto es tambien una muestra de debilidad. Porque exponer a su hija, quizá lo hace como si fuera gracioso, en un conflicto aeronáutico del que dependen miles de familias no son solo de los trabajadores sino de las otras actividades que genera la aviación aerocomercial. Me parece que él lo toma con poca responsabilidad. Esto es subestimar a los argentinos, a los dirigentes aeronáuticos y al pueblo en general.
–¿El problema es el déficit, la política aeronáutica o los negocios que hay detrás de ésta?
Pablo Biró: –Yo tengo una visión más compleja, para entender la política aerocomercial de Macri hay que reemplazar la palabra política por negocios porque de lo contrario es inentendible. Cuando llegó Gustavo Lopetegui le diseñó una política que le permite hacer negocios con Aerolíneas. Entonces hay una transferencia directa de los recursos argentinos a las transnacionales por un lado o a compañías con las que están vinculadas desde el Presidente hasta varios de sus ministros. Pero para transferir eso recursos, están construyendo un relato. La pata final de este relato fue la visibilización del conflicto en el que eligieron no pagar salarios para empujarnos a la pelea. ¿Para qué? Para imponer la idea de que Aerolíneas es una compañía subsidiada y eso es una mentira y es incorrecto. Aerolíneas es una compañía pública y ellos le quitan el presupuesto para enfrentar a los laburantes con la opinión pública. Tratan de quebrarnos adentro pero lo que quieren generar es el concepto de que el subsidio que pone el Estado puede ser reemplazado por las empresas privadas. Entonces, primero hacen al usuario odiar a Aerolíneas, después la transforman en altamente deficiente para que doña Rosa salga a decir que habría que dejar de mantenerla total los privados van a ir a los lugares rentables. Entregar la línea aérea de bandera es entregar la soberanía política e independencia económica.
–¿Lo que ocurre es propio del gobierno de Cambiemos o hay experiencias similares en otros países?
Biró: –Lo que está haciendo Macri es un proceso desregulatorio que sucede en lugares donde la tierra es, por así decirlo, arrasada. Se impone la libre migración de matrícula que es el patentamiento del avión; la libre migración de licencia que es la nacionalidad del tripulante, del técnico, del despachante. Entonces que las licencias sean posicionables tiene como objeto principal desindicalizar al mandar al peruano a la Argentina y al argentino a Perú. Es el desarraigo que lleva a laburar a destajo. Pero más importante, tienen capacidad de romper huelgas como hacen en Chile. El modelo de negocios es precarizar, desindicalizar, flexibilizar y globalizar. La reforma laboral es eso: cambiar el marco regulatorio y liberación de matrícula. Es como con los fondos buitres: vienen a hacer negocios especulativos, reciben subsidios, se quedan con la cuota del mercado, la venden, la recuperan y se van, y sino, dejan el negocio, se rajan, dejan tirado los usuarios. Eso es no tener una política nacional de transporte.
Llano: –Hoy están generando la precarización con la llegada de las bajo costo que no tiene controles como tiene el resto, no tienen sindicato al día de hoy. Va a llegar el momento clave cuado se apruebe la reforma del código aeronáutico, que en marzo lo presentan en el Congreso. Lo que van a hacer es flexibilizarlo para que haya menos descansos y más vuelos. Después van a intentar que no sea obligatorio el tener una base de mantenimiento en la Argentina. Eso le permitirá a Norwegian hacer mantenimiento en Costa Rica y Flybondi lo hará en otro lugar. Entonces Aerolíneas, LAN, Andes y Austral, que tienen mas de cuatro mil técnicos de mantenimiento, van a decir que no pueden competir y van a despedir personal. Y no se puede porque la mano de obra es prácticamente esclava en Costa Rica en relación a la argentina. Ya pasó en México.
–¿Esa es la revolución de los aviones?
Biró: –La revolución de los aviones es la entrega de la soberanía a cambio de unos negocios para unos tipos inescrupulosos. Los argentinos están bajo ataque y el ataque se produce por enemigos internos. Como decía (Arturo) Jauretche, el problema no son los de afuera que nos quieren comprar, sino los de adentro, que nos quieren vender. Y estos vienen bien definidos a vendernos. Nos están vendiendo. Pero, es importante destacar que el conflicto de Aerolíneas es solo para acelerar el proceso. Desde el 2016, el holding LATAM saca más argentinos de Argentina que Aerolíneas. Hay un achicamiento del mercado para pegarle una embestida. Aerolíneas está bajo ataque. Los cielos y la soberanía está bajo ataque.
–¿El Gobierno busca privatizar?
Llano: –No hace falta privatizar.
Biró: –Es mucho peor. Es más rentable destruir que privatizar porque la transferencia es la misma. Es más, te quedás con las rutas y los recursos sin tener que comprarlos. Si se la quiere privatizar tienen que buscar que alguien la compre. Mejor es abandonarla como hicieron con la ruta a Barcelona pero coordinás que al otro día la Low Cost de Iberia se queda con esa ruta, le incorporan siete frecuencias semanales con un 94 por ciento de ocupación. Pero el gobierno dice que no es rentable. Aerolíneas invirtió, puso pilotos, aviones para generar el mercado pero cuando lo consiguió lo abandonan. Entonces, hay una doble pinza. Transfieren el recurso, que eso es un beneficio económico para quien hace la transferencia, pero además le quita el ingreso en dólares a la compañía que son vitales para funcionar. El día de la asamblea del jueves pasado nos enteramos que el día anterior habían cerrado la oficina de ventas en Punta del Este y rajaron a todos los compañeros que trabajaban para Aerolíneas. Casualmente, justo antes de la temporada, comienza Flybondi a volar a Punta del Este y dos días después autorizan a Palomar para vuelos internacionales. Entonces, no la quieren privatizar sino romperla a pedazos para transferir esos recursos sin el costo político de privatizarla. Están aplicando un gradualismo para hacerla desaparecer.
Llano: –Como la empresa no funciona le dan espacio a otra porque al privatizarla quedarán en la historia como los que la entregaron por segunda vez. En cambio así parece lógico que porque la empresa no funciona por culpa de los gremios. Luego dicen que los mercados le dieron la oportunidad al país para que tenga conexión y traen todas estas porquerías que va a estar todo bien hasta que se caiga el primer avión.
–¿Hay peligro de una tragedia?
Llano: –Hasta ahora están registrados más de 850 incidentes de Flybondi y está volando hace seis meses. Hace muy poco, días atrás, aterrizó un avión de esa compañía en emergencia en Neuquén. Dos semanas antes uno se comió la pista y terminó en el pasto. No salió en ningún lado.
–¿Cuál es el grado de solidaridad que reciben del universo sindical?
Llano: –Desde los sindicatos tuvimos mucha adhesión. Tuvimos comunicados del Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN), de la CATT, de la CTA de los Trabajadores y la de Micheli.
Biró: –La CGT no se expidió. No dijo una palabra y marca tendencia en estos conflictos porque ante la falta de solidaridad con el conflicto aeronáutico y la defensa de los cielos argentinos marca una tendencia. El silencio de CGT dice mucho.
–¿Por eso hay que cambiarla?
Llano: –Yo opino desde afuera. Soy de la CTA de los Trabajadores. Pero se puede ver el malestar en los propios sindicatos de la CGT porque nos están llevando puesto.
Biró: –Yo no lo quiero personalizar porque tal vez los compañeros estuvieron ocupados negociando el bono para evitar el paro general. Dicho se de paso, nunca estuvo planteado un bono a cambio del paro.
–En el Consejo Directivo hay dirigentes que plantean que es imposible cambiar el modelo económico con Macri en el Gobierno. Por lo tanto, dicen, hay que hacer política y ganar las elecciones en 2019.
Biró: –Para mitigar la crueldad que está mostrando este gobierno en la destrucción de la matriz social y productiva no hay que esperar un cambio de gobierno. Se puede parar ahora mismo porque no significa desde los ideológico pero sí se puede mitigar estas desregulaciones permanentes, el cierre de fábrica, la timba financiera, el ajuste brutal que representa el presupuesto y del FMI. Todo eso se podría haber evitado con el accionar de la CGT. Entonces la ausencia de acciones concretas hace que la CGT sea cómplice al igual que la oposición política. Nosotros no somos un sindicato de izquierda. Lo podría plantear en un Comité Central Confederal pero no lo convocan. Ahí nos podríamos expresar y decir que hay despidos todos los días y que un bono de cinco mil pesos no mitiga nada porque además es a cuenta de futuros aumentos, por lo que dejó de ser un bono, es un error conceptual porque nadie negocia con débiles. Y la CGT es una muestra de debilidad extrema. Puede ser que no se puede cambiar el modelo pero sí se puede mitigar el daño.
Llano: –Mire, el miércoles fui a la plaza por lo del Presupuesto sabiendo que no íbamos a poder cambiar la votación pero había que estar, había que responder, dar la cara y decir que eso no es lo que necesita el pueblo. Es lo que hay que hacer. Esto viene fuerte y es difícil poder pararlo pero tenemos que estar igual reduciendo el daño al enfrentarlo. ¿Y qué pasa si no ganamos las elecciones? No podemos quedarnos esperando a que llegue otro gobierno. Hay muchos dirigentes que no están a la altura de lo que está pasando.
–La CGT puso la lucha sindical en pausa para dedicarse a la política. ¿Es positiva esa táctica?
Llano: –No, para nada. Pero si se hace eso puede ocurrir lo que sucede en Chile donde el dirigente sindical debe renunciar el gremio para poder hacer política. Hay que hacerlo porque cuando se hace política sindical se está buscando transformar el país, la realidad y la política. Si se abandona el rol sindical para dedicarnos a la política, se deja expuesto a los compañeros.
Biró: –Cuando se conduce una CGT que es funcional al gobierno y se pasa a la política desde donde se pretende conducir el PJ, se puede decir que hay garantía de que el PJ termine siendo funcional al Gobierno. No solo los compañeros que están en CGT deberían cambiar la actitud o modificar la dirigencia, sino que deberían estar impugnados para operar políticamente en el PJ. Diferente sería si tuviéramos una CGT que lucha por la justicia social y la felicidad del pueblo. Pero cuando se está frenando la única herramienta institucional poderosa que tenemos para mitigar el daño, que es el paro general, y cuando se tiene una conducción que le afanaron el atril o que anuncia un bono que en realidad se llama el bonocobrás, entonces lejos de ir en esa línea argumental, quienes no muestran ser probos para conducir el movimiento obrero no deberían participar de la política. Salvo que la penetración en la política sea para ser funcional al gobierno de turno.
–¿Eso es lo que está ocurriendo?
Biró: –Lo que digo es que si no cambian la actitud y la conducción de la CGT, antes de las elecciones, corremos el riesgo de ser funcionales a esto. En este gobierno o en el próximo.
–¿Cuánto complica la multiplicidad de centrales sindicales?
Biró: –Hay una realidad que está cambiando. Los aeronáuticos construimos una convivencia muy potente desde lo sindical porque integramos diferentes centrales. Los que estamos dentro de CGT estamos en diferentes vertientes y el sindicato de Edgardo que está en CTA y hay un protagonismo importante de APA que tiene la secretaría adjunta por lo que hay posibilidades de lograr la unidad del movimiento obrero como hicimos los aeronáuticos.
Llano: –Nosotros desde CTA decimos que tenemos que ir a una unificación con la CGT pero con una visión distinta. Nosotros construimos la CTA buscando un modelo de construcción sindical diferente con la incorporación de las organizaciones sociales que en ese tiempo no se entendía. Hoy hay dirigentes de CGT que hablan de sumar a las organizaciones sociales. Está bien y para eso hay que modificar el estatuto. Nosotros creemos que debemos ir a esa unificación pero con dirigentes que tengan ganas de dar la pelea de verdad. Porque no vamos a dejar de ser CTA para juntarnos con CGT para hacer algo solo más grande. Tiene que ser alguien, el futuro conductor, convencido de dar la pelea.