El presidente Emmanuel Macron instó ayer a Alemania a abrir con Francia una nueva etapa en la construcción europea para impedir que el mundo se sumerja en el caos y garantizar la paz, durante un discurso en Berlín. “Europa, y en su seno la pareja franco-alemana tienen la obligación de no dejar que el mundo se sumerja en el caos y de acompañarlo por el camino de la paz y para ello Europa debe ser más fuerte, más soberana”, declaró el jefe del Estado francés en un discurso pronunciado ante la Cámara de los Diputados. “Europa no podrá tener un papel si se convierte en el juguete de las potencias y se contenta con un rol de reparto en la escena mundial”, agregó Macron, quien viajó a Berlín para un día de conmemoraciones a las víctimas de las guerras.
La canciller alemana, Angela Merkel, con quien el mandatario francés se reunió, aprobó la idea de que la Unión Europea debe decidir qué camino seguir y definir su papel a nivel mundial. Pero detrás de la unidad que decidieron mostrar los dos dirigentes, el discurso de Macron también resonó como una crítica implícita frente a lo que numerosos responsables franceses consideran en privado como las dilaciones y vacilaciones de Alemania sobre el tema desde hace un año. “¿Es preferible permanecer encerrado en nuestro inmovilismo?”, preguntó Macron, quien hizo de la recuperación del proyecto europeo una de sus prioridades de mandato. La lucha contra el desafío del populismo no está ganada, advirtió. “Implica tomar nuevos riesgos, superando las dudas y a los reticentes”, declaró el mandatario.
Al menos sobre los temas de defensa común, Francia y Alemania muestran un frente unido. Tanto Macron como Merkel apoyan la idea de un ejército europeo en el futuro, a pesar de la fuertes críticas del presidente estadounidense Donald Trump, que ve en ello una competencia para la OTAN.