En Plaza de Mayo, pasadas las cinco de la tarde, familiares y amigos de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan posan en silencio envueltos en banderas argentinas y sostienen carteles en memoria de sus seres queridos. En la reja que atraviesa la plaza, justo frente a la entrada de la Casa Rosada, ataron banderas con fotos de los submarinistas. Los familiares denunciaron que, a pesar de haber sido encontrado, el presidente Mauricio Macri continúa ignorándolos. “Ya que dice que nosotros contamos con él desde el primer día, ¿dónde está? ¿El fin de semana el presidente de la Nación no trabaja?”, preguntó una de las familiares.
Ayer, familiares y amigos de los submarinistas convocaron a movilizarse para exigir justicia y conocer la verdad de lo que sucedió con el ARA San Juan. “Ahora se viene la lucha más dura, más cruel, más fuerte”, aseguró a Páginal12 María Lourdes Cisneros, tía del cabo primero Leandro Fabián Cisneros. La mujer estaba envuelta en una bandera argentina con la foto y el nombre de su sobrino. “Ahora ya los encontraron y nuestra lucha tiene que volver a empezar porque el jefe de la Armada dijo que llegó hasta ahí y que es la jueza quien debe decidir si se reflota el submarino”, denunció. Anoche el ministro de Defensa, Oscar Aguad, dijo que sería “un disparate” gastar miles de millones de dólares en extraer la nave “en un país con 30 por ciento de pobreza”.
Mientras transcurría la movilización, un grupo de familiares se reunió con el jefe de la Armada, José Luis Villán, en el hotel Tierra del Fuego en Mar del Plata. Villán, al igual que el ministro de Defensa, Oscar Aguad, afirmó que es responsabilidad de la jueza federal Marta Yáñez decidir si se recuperan los restos del submarino. Sin embargo, la magistrada señaló que esa decisión “quedará a exclusivo cargo del Poder Ejecutivo” (ver página 5).
Además, el Gobierno aduce que existen dificultades técnicas para reflotar el submarino, hallado a 907 metros de profundidad. “Yo estuve presente el día que la empresa dio la conferencia en el Edificio Libertad y les pregunté si tenían los medios y hasta cuántos metros de profundidad y me dijeron ‘hasta 1200 metros’, el submarino está a menos metros, con lo cual los medios los tenemos”, aseguró Jaqueline, hermana de un tripulante.
“El Gobierno pone sus trabas porque tendrían que gastar mucho dinero. En lo único que se fija el Gobierno es el dinero”, se quejó Cisneros. La tía del submarinista fallecido aseguró que todo el país y no sólo las familias de los tripulantes necesitan justicia y conocer la razón de la explosión y posterior desaparición del ARA San Juan. “Necesitamos que haya justicia y que el presidente haga, por lo menos, una cosa bien”, exigió Cisneros.
Ayer temprano el presidente Mauricio Macri firmó un decreto mediante el cual dispuso tres días de duelo nacional en honor a los 44 tripulantes fallecidos. “Es tanto el dolor que tengo, que no tomé en cuenta los tres días de duelo. A mí no me sirve porque todavía no vi algo real como para armar mi duelo”, lamentó Cisneros. Las palabras del primer mandatario, así como la propuesta de ascender de rango a los submarinistas fue tomado como un insulto por amigos y familiares. “¿A nosotros nos sirve? Me parece otra burla más, tanto del presidente como del ministro Aguad”, acusó Mercedes Rincón, ex cuñada del cabo principal Enrique Damián Castillo.
Sin embargo, para Cisneros la promoción posmortem se tendría que haber hecho desde un principio. “Está bien, son 44 héroes que salieron a custodiar el país, no fueron a una guerra. Ellos estaban cuidando nuestro territorio y se los tiene que reconocer por eso”, opinó. Cisneros, esposa de un veterano de la Guerra de Malvinas, remarcó la diferencia con el conflicto del Atlántico Sur. “Yo sabía que mi esposo iba a una guerra y quizás no volvía, pero no es el caso de estos chicos”, explicó.
Los familiares de los tripulantes cuestionaron también la falta de apoyo y contención por parte del Gobierno Nacional. Para los familiares, “en los discursos Macri dice otra cosa” pero “ni siquiera acompañó a Aguad en la conferencia de prensa brindada ayer ni se ha tomado un avión para contener a los familiares”. “Ya que dice que nosotros contamos con él desde el primer día, ¿dónde está? ¿El fin de semana el presidente de la Nación no trabaja?”, se preguntó Isabel Polo, hermana del cabo primero Daniel Polo.
Para Rincón, la respuesta del Gobierno ante el hallazgo del submarino “es una humorada más de las que nos hicieron”. “¿Cómo van a decir que no tienen dinero para reflotar el submarino? ¿Cuánto gastan ahora en recibir al G20? Nosotros no le servimos acá, somos una molestia para el presidente”, aseguró la mujer. La ex cuñada de Castillo también manifestó tener sospechas sobre el discurso de Macri cuando se cumplió un año de la desaparición del ARA San Juan. “¿Por qué en un año no nos recibió y se presentó justo el 15 cuando se cumplió un año? ¿Porque él ya sabía dónde estaba el ARA San Juan y lo dio a conocer un día después?”, preguntó.
Rincón, junto con su hija menor, se encargó de atar las banderas a la reja de la plaza. Adornó el cuello de su remera con prendedores que piden justicia por los 44 marinos y usaba un gran rosario de metal con cuentas de madera. “Yo soy ARA San Juan”, dijo emocionada a PáginaI12. Contó que su ex marido, también integrante de la Armada, se encontraba junto con otros familiares en Mar del Plata. Durante el tiempo que duró la búsqueda “lloraba y golpeaba la pared de mi casa”. “Me decía que en su pecho no entraba más dolor, que no podía respirar y que él tendría que estar muerto como su hermano en el fondo del mar”, recordó entre lágrimas. “Las familias están sufriendo y necesitan respuestas”, manifestó.
A fines de junio, familiares y amigos de los tripulantes iniciaron un acampe en Plaza de Mayo para exigirle al Gobierno Nacional que acelerara el proceso de licitación para que una empresa extranjera iniciara la búsqueda del submarino. El acampe, durante el cual las mujeres se encadenaron a las rejas de la plaza, duró 52 días hasta que el Gobierno contrató a la empresa Ocean Infinity. “El pueblo argentino acompañó muchísimo. Cuando estuvimos acá venían personas de todo el país solamente para poder firmar y darle un abrazo a las familias”, aseguró Norberto Zani, uno de los organizadores de la concentración.
Si bien la mayoría de los familiares exigen que refloten el submarino para poder concluir su proceso de duelo, Zani dijo a este medio que “algunos decimos que es mejor que descansen en su lugar, siempre y cuando las fotografías sean suficientes para sacar un peritaje exitoso”. “Lo que queremos es saber la verdad. Es necesario que periten las fotografías”, sostuvo. Según Zani, existen “más de 60 mil fotografías” que permitirían investigar qué sucedió con el submarino. “Los familiares y amigos queremos saber la verdad y que se haga justicia”, aseguró.
“Los muchachos en sus espíritus saben que el pueblo no los abandonó y que sus familiares y amigos tampoco. Siempre quisimos que se sepa la realidad de lo que pasó”, afirmó Zani, amigo de varios tripulantes, entre ellos, del teniente de corbeta Alejandro Damián Tagliapietra. “Noso- tros no necesitamos llenar la plaza. Tenemos que expresar la necesidad de las familias y de la Patria de que se resuelva esto porque afecta el interés o el desinterés de tener una Armada cuidando nuestra frontera”, sostuvo.
“Mientras no callemos los nombres, los 44 van a seguir”, afirmó Rincón. “Yo hasta mi último suspiro voy a estar gritando ‘ARA San Juan presente’. Solamente se calla a una persona cuando vos dejás de nombrarla”, agregó. Rincón, además, exigió “verdad y justicia”. “Sabemos que la justicia es tardía pero verdadera”.
Ciudadanos y turistas se acercaron a la movilización y brindaron su apoyo a los familiares. La artista plástica Graciela Garibaldi fue hasta la plaza a llevarles una de sus obras para que forme parte del museo que armarán en Mar del Plata en memoria de los 44 submarinistas. Garibaldi realizó la figura de cerámica de un ángel azul con 44 rosas. “Ellos están en paz, ese ángel se los llevó al cielo”, afirmó la artista.
La multitud se reunió frente a las banderas atadas a la reja de la plaza. “Queremos que la jueza traiga a nuestros 44. Esto duele mucho, pero no podemos dejar de luchar”, dijo Cisneros a través de un megáfono. “44 héroes de acero, ¡presentes!”, gritaron y la multitud que los rodeaba rompió en un largo aplauso. Atrás, el pabellón nacional estaba izado a media asta.