Los recientes dichos de Paulo Guedes, futuro ministro de Economía de Jair Bolsonaro en Brasil, relativizando la importancia del Mercosur y especialmente de la Argentina, retumbó en la industria automotriz, una de las cadenas de producción de mayor integración bilateral. En el encuentro anual organizado por la Asociación de Fabricantes de Autopartes (AFAC) PáginaI12 conversó con Dan Ioschpe, presidente de Sindipeças, que agrupa a los fabricantes de autopartes de Brasil. El empresario brasileño muestra algunos de los ejes del pensamiento de la burguesía paulista de cara a esta nueva etapa de consolidación de la derecha. Los industriales del país vecino están menos preocupados por la suerte de la integración regional que por evitar que Bolsonaro y Guedes aumenten el grado de apertura comercial de forma unilateral, lo cual beneficiaría a China.
–¿Cómo tomó la industria de Brasil las declaraciones de Paulo Guedes sobre la falta de prioridad al Mercosur?
–Creo que el Mercosur es muy importante, nuestra visión es de mejoría y expansión. Ahora, el Mercosur no debería ser una traba para que nuestros países se abran al mundo. Si podemos abrirnos desde el Mercosur, mucho mejor, todos ganaremos más. Creo que de esta forma se puede entender el sentido verdadero de la frase de Guedes. Tenemos que integrarnos al mundo y ninguno de los cuatro países del Mercosur debería ser un detractor de esta integración. Por ejemplo, toda la negociación del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea se ha hecho con el Mercosur. Ahora tal vez llegamos a una mayor madurez de la discusión y tal vez se pueda avanzar. Por otro lado, nos gustaría que el sector automotor dejara de tener un régimen especial e ingresara completamente al Mercosur (en relación al sistema Flex que pone un límite al desbalance comercial bilateral en contra de la Argentina).
–¿No existen riesgos de la apertura comercial para la industria de Brasil?
–Hay amenazas y oportunidades. Creemos que la integración debería hacerse mediante acuerdos. No nos gusta que un país haga una reducción unilateral de aranceles. La forma efectiva es ingresar en acuerdos comerciales y aumentar el flujo de comercio. Hoy por hoy, Brasil no quiere hacer acuerdos de libre comercio con China, pero sí con la Unión Europea y con Japón. Sobre este tema sería bueno que trabajáramos en conjunto, pero si uno de los países no encuentra adhesiones, a lo mejor debería salir del bloque.
–¿Cree que el nuevo gobierno va a ir por ese camino?
–El nuevo gobierno entiende que la integración y la competitividad son fundamentales. Nuestra tarea es mostrarle al gobierno que la mejor forma es a través de los acuerdos comerciales.
–Hay conjeturas sobre el grado de contracción fiscal que llevará adelante el gobierno de Bolsonaro. ¿Cuál es la posición de la industria?
–Nosotros entendemos que es el tema número uno. Hay que hacer el arreglo de las cuentas fiscales y en Brasil el primer tema es el sistema previsional, que representa 60 por ciento del gasto del gobierno.
–La reforma jubilatoria sí está confirmada en el programa de Bolsonaro.
–Esperemos que sí. Todos estamos trabajando para así sea. Es fundamental. En San Pablo, el gran tema es la reforma fiscal y previsional.