Los planteles de Boca y River se sometieron hoy a un control antidoping que ordenó la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), cuando faltan cuatro días para la revancha de la final de la Copa Libertadores, que se jugará en el estadio Monumental. Representantes de la Unidad Antidopaje de la Confederación recolectaron muestras en los entrenamientos de ambos equipos.
De acuerdo con las recomendaciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se obtuvieron muestras de todos los jugadores anotados en la lista de buena fe de ambos equipos.
Los encargados de reunir las muestras fueron primero al predio de River, en Ezeiza, y luego se trasladaron al entrenamiento de Boca. Ambos equipos ya habían sido visitados para controles antidoping durante las semifinales de Boca con Palmeiras y de River con Gremio. Durante la Copa, Independiente también había recibido un control sorpresa.
La AMA funciona desde 1999 y combate el doping en todas las disciplinas deportivas. Según sus propias estadísticas, realiza unos 30 mil controles anuales a futbolistas. Los casos positivos han sido escasos y tienden a disminuir. En 2011 fueron el 0,45 por ciento de los jugadores analizados y tres años más tarde eran el 0,20 por ciento.