En el marco del Primer Foro Mundial de Pensamiento Crítico, organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), se desarrollará entre hoy y el viernes el ciclo de cine Contar el mundo desde América latina. La propuesta tiene tres características principales: sus organizadores buscan que sea diverso, crítico y, obviamente, latinoamericano. Incluye en su programación a obras clásicas y actuales que “sintetizan la tarea de contar historias en tiempos difíciles, poniendo en escena los debates urgentes” para el continente, según adelantan los organizadores a este diario. La actividad contará con la participación de figuras de los ámbitos de la cultura y los derechos humanos: las Abuelas de Plaza de Mayo, Jorge Sanjinés, Fernando “Pino” Solanas, Lucrecia Martel, Tristán Bauer, Cecilia Roth y Carmen Guarini, por ejemplo.
Frente a un evento de la derecha mundial como lo es el G-20, Clacso reúne en el foro a miles de intelectuales del mundo con el fin de repensar las relaciones políticas y sociales contemporáneas. Por este motivo hubo quienes definieron al evento como “contra-cumbre”, aunque no fue concebido como tal, ya que fue programado con antelación a la cumbre del G-20. “Contar el mundo desde América latina” se lleva adelante con la colaboración del Observatorio del Sector Audiovisual e Infocomunicacional (OSAI). La curaduría, a cargo de Lucrecia Cardoso, apunta a incorporar voces y estéticas de Latinoamérica; relatos que den espacio a protagonistas “contrahegemónicos”, a tono con el espíritu del foro. Así, la intención es visibilizar la trayectoria de un cine “que cuenta diferente”. En palabras de la curadora, crear un espacio que, desde el lenguaje audiovisual, plantee las mismas inquietudes que aparezcan en el foro.
“Me parece sumamente valiosa esta decisión de Clacso de incorporar al cine y la mirada latinoamericana, que es una manera de ver el mundo. Es diversa pero tiene muchos conceptos de unidad”, define Tristán Bauer, quien recibirá una distinción por su trayectoria. “Con los avances del fascismo que estamos viendo en América latina, y las crisis sociales y políticas que estamos viviendo, tomar un tiempo para la reflexión y tratar de hacer propuestas para seguir en la construcción de una sociedad más justa es fundamental”, agrega el realizador. El lunes asistió al acto en Ferro, con la participación de Cristina Fernández y Dilma Rousseff. “Se está viendo en el transcurrir del foro el éxito y la convocatoria que generó”, dice Cardoso. “El espacio era necesario, casi indispensable, para poder seguir pensando críticamente esta etapa”, concluye.
La cita de Contar el mundo… es a partir de hoy y hasta el viernes en distintas sedes porteñas: el Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551), la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Santiago del Estero 1029) y el auditorio de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET, Sarmiento 2037). El ciclo rescatará obras icónicas, que hicieron historia, como La hora de los hornos y Sur, de Fernando Solanas, y dará espacio a trabajos destacados de la actualidad, como Zama, de Lucrecia Martel, y El camino de Santiago, documental sobre la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, de Bauer. Habrá cine de México, Bolivia, Brasil, Chile, Perú y Cuba, entre otros países, y una cantidad equilibrada de documentales y ficciones.
Las funciones especiales incluyen un work in progress de Abuelas, documental de Cristian Arriaga sobre y con las Abuelas de Plaza de Mayo; y la presentación de la nueva película de Carmen Guarini sobre Fernando Birri, Ata tu arado a una estrella. En la última de las jornadas recibirán distinciones especiales Solanas, Sanjinés, Roth, Martel y Bauer (viernes a las 16 en la UMET). En una de sus secciones, la programación hace foco en la temática de los pueblos originarios y en otra, en el cine revolucionario latinoamericano.
Logros vulnerados
“El cine latinoamericano refleja el acontecer social, político y cultural del mundo que les toca vivir a los cineastas. El cine político está siempre presente. Hay momentos en que se produce una catalización en la sociedad y aparece con más fuerza, como pasó en nuestro país en los setenta. Ahora estoy viendo un resurgir, bajo nuevas formas y tecnologías. Va reflejando este nuevo tiempo social e histórico”, analiza Bauer. “Para los latinoamericanos es fundamental la lucha desarrollada por los cineastas durante años para lograr leyes de cine, la creación de institutos y la protección de la cinematografía frente al avance de siempre de la cinematografía de los Estados Unidos. En nuestro país, en los últimos años de neoliberalismo, estos logros están siendo vulnerados”, completa.
Por su parte, Cardoso describe: “Nuestro continente es de una larga trayectoria de producción artística y posee una mirada específica, una forma de contar. Tiene mucho que aportar a los problemas actuales. Al planteo de cómo combatir la desigualdad de las democracias, en términos de sus contradicciones, que permiten los golpes blandos; o al rol de los capitalismos financieros y cómo operan sobre la construcción subjetiva de nuestra realidad, a través de los medios y la hegemonía cultural de ciertos países”.
Germán Calvi y Florencia Sánchez integran también el equipo que lleva adelante esta propuesta con hincapié en “la diversidad” de lo que se está produciendo. “Es diverso y potente, y hay un amplio reconocimiento internacional en festivales y mercados. Las cinematografías latinoamericanas han avanzado pujantemente, aún en posiciones asimétricas del mercado. Hay una generación que tiene mucho que decir”, subraya la curadora.
En el marco del “Ciclo de Cine de Pensamiento Crítico”, que es una de las tres secciones, se podrán ver obras como Sueño en otro idioma, con dirección de Ernesto Contreras (México, 2016), acerca de la desaparición de las lenguas indígenas. Zanqueando en Palafitos, de Diego Alejandro Lagos y Jonathan López (Colombia, 2018), se centra en la propuesta de un Centro Afro Juvenil de proponer alternativas que alejen a los jóvenes de enlistarse en grupos armados. Ni un pibe menos, de Antonio Manco (2017), trata la historia de Kevin Molina, el chico de 9 años asesinado en 2013 por una bala perdida, durante un tiroteo en el barrio de Zavaleta. En el cuerpo equivocado, de Marilyn Solaya (Cuba, 2010), presenta un viaje al interior de una transexual. El sentido de la educación es el planteo de La educación en movimiento (Malena Noguer y Martín Ferrari, Argentina, 2017) y la ocupación y el desalojo es el de Era o hotel Cambridge (Brasil y Francia, 2016). De 1966, la película cubana La muerte de un burócrata, de Tomás Gutiérrez Alea –figura emblemática de la post-revolución–, toca el tema de la burocracia en clave de sátira y humor negro.
“Foco en pueblos originarios” es otra de las secciones e incluye Insurgentes (2012), del legendario director boliviano Jorge Sanjinés. Con dirección de Clarissa Knoll, Guataha rescata vestigios de la historia de los guaraníes en los últimos 50 años en la región de la frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay. En tanto que Piripkura, de Bruno Jorge, Mariana Oliva y Renata Terra (Brasil, 2017) muestra a dos de los últimos tres miembros del pueblo Piripkura, quienes viven como nómades en la selva amazónica. La programación se completa con Sitio 53, de Rodolfo Gárate (Chile, 2010), acerca del avasallamiento de una empresa a un cementerio de la etnia pehuenche, y La frontera, de Salomón Senepo Gonzales (Argentina, 2010), un viaje del autor del documental al corazón de la Amazonia para reencontrarse con sus orígenes. Respecto del predominio de la temática de la identidad y lucha de comunidades originarias, el director de El camino de Santiago opina: “No es nueva para mí, que la abordé en mis comienzos. Pero encuentro que ahora hay una gran producción que la toma como eje, reflexionando sobre el presente y el pasado”.
Finalmente, habrá un homenaje al cine revolucionario latinoamericano, con la proyección de Sur y La hora de los hornos (a 50 años de su estreno), de Solanas; La nación clandestina, de Sanjinés, y Operación masacre, de Jorge Cedrón. Este film fue recuperado por Lucía Cedrón, tras una década de trabajo de rescate, restauración y digitalización. “Desde su surgimiento, el cine ha tenido un factor fundamental en torno a los debates de las sociedades. Si miramos el caso de nuestra Argentina, no podemos no mencionar la importancia de grupos centrales como Cine de la Base y Cine Liberación, que han tenido un rol importantísimo en el debate de ideas y de distintas construcciones políticas. En tiempos de redes sociales y de la difusión de videítos por teléfonos celulares, el cine sigue teniendo contundencia en el debate”, asegura Bauer. Las funciones especiales incluyen la proyección de Raíces de resistencia, dirigida por Sarah M. (Palestina, 2017), y otra alrededor de Peter Capussoto y sus videos. Algunos directores acompañarán las proyecciones de sus películas, como Sanjinés, Martel, Bauer, Guarini y Arriaga (junto a las Abuelas). La información completa sobre horarios y sedes se encuentra en https://www.clacso.org.ar/ conferencia2018/ciclo_cine.php?s=11&idioma=es. Durante tres días, pueblos originarios, mujeres, ambientalistas y humanistas ocuparán la pantalla con sus estéticas, búsquedas y preguntas, “rescatando de la memoria la historia digna de nuestros pueblos, las raíces de nuestra cultura, la identidad popular y transformadora del cine que se anima a dar testimonio en tiempos difíciles”, celebran los impulsores del ciclo.