El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró ministro de salud al diputado de derecha Luiz Henrique Mandetta, un crítico del convenio que permitió contratar a miles de médicos cubanos en los servicios estatales, y que se preparan para dejar el país.
“Con el apoyo de la gran mayoría de los profesionales de salud de Brasil anuncio como futuro ministro de Salud al doctor Luiz Henrique Mandetta”, dijo el futuro mandatario ultraderechista en Twitter.
Mandetta, ortopedista de 53 años, es diputado federal por el derechista Demócratas (DEM) desde 2011 y miembro del Frente Parlamentario de Salud, y se hará cargo de la cartera a partir del 1 de enero. En declaraciones ayer en Brasilia dijo que se reunirá con el actual ministro Gilberto Occhi para acompañar las medidas tomadas para cubrir unas 8.000 vacantes que quedarían libres por la salida de un médicos cubanos contratados por Brasil vía la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un convenio criticado por Bolsonaro.
“Ese era uno de los riesgos de hacer un convenio tercerizando una mano de obra tan esencial”, declaró el futuro ministro, que como diputado fue un duro crítico con el programa denominado “Mais Médicos”.
Ayer el gobierno ya abrió una convocatoria interna para reemplazar las plazas que dejarán los cubanos, quienes iniciarían su retirada este fin de semana.
Lanzado en 2013 por la presidenta izquierdista Dilma Rousseff, el programa permitió dar asistencia a la población de las regiones más pobres y rurales de Brasil, principalmente gracias a la llegada de profesionales cubanos, que actualmente ocupan la mitad de los puestos del programa.
Pero Cuba anunció días atrás el fin de su participación en el programa debido a las “referencias directas, despectivas y amenazantes” hacia los doctores realizadas por Bolsonaro, quien condicionó la permanencia de estos médicos a que pasen exámenes para revalidar sus competencias, reciban su salario integral y puedan traer a su familia.
“Era mucho más un convenio entre Cuba y el PT (Partido de los Trabajadores, en el poder entre 2003-2016), no entre Cuba y Brasil”, lamentó Mandetta.
En el contrato actual, Cuba paga a sus médicos en misión sólo el 30% de lo que Brasil desembolsa por su trabajo, pero les conserva sus salarios y puestos de trabajo en la isla y dedica el resto de las ganancias al presupuesto estatal.