El kéfir es una leche fermentada de consumo frecuente en los países del este europeo y se encuentra descripto en el Código Alimentario Argentino. Un vaso de kéfir aporta la dosis diaria de vitamina B2 y  disminuye la infectividad de parásitos y microorganismos asociados a enfermedades transmitidas por alimentos, como los que pueden causar diarreas. Su consumo diario mejora la digestión y absorción de nutrientes de los alimentos, fortalece la flora intestinal, regula la respuesta del sistema inmune y posee un bajo contenido de lactosa.

Teniendo en cuenta los beneficios nutritivos y económicos de la bebida y tomando como referencia un programa de extensión de la Universidad Nacional de La Plata que la está produciendo desde hace varios años, el equipo de Bioquímicas de la UNR se embarcó en esta misión.

“Somos un grupo de estudiantes con un fuerte compromiso social, que entiende la necesidad de extender los conocimientos adquiridos en la universidad pública hacia el conjunto de la sociedad”, afirmó Ignacio Baud, estudiante de la licenciatura en Química. “Creemos necesario garantizar la soberanía alimentaria de nuestro país, tanto en cantidad como en calidad”, agregó Manuel Vidal, estudiante de la  licenciatura de Ciencia y Tecnología en Alimentos.

El trabajo que se propusieron consiste en enseñar a producir esta leche probiótica en merenderos de los barrios más humildes de la ciudad de Rosario, apuntando a lograr la autonomía de cada comedor y generar conciencia en torno a la importancia de una alimentación saludable.