El llamado “Bombonerazo” con el que Boca buscó motivar a sus jugadores de cara al duelo con River por la Libertadores terminó con una consecuencia no deseada: la clausura del estadio por decisión del gobierno de la Ciudad por exceso de público. Es que las instalaciones de la Bombonera se vieron desbordadas, con las tribunas colmadas y una multitud que quedó afuera.

El presidente xeneize, Daniel Angelici, confirmó la medida. A raíz de la sanción, se complicarían los eventuales festejos si es que Boca vence a River en el Monumental el sábado y se queda con el trofeo continental. "Había gente en las escaleras de emergencia, en los accesos a la tribuna Norte y Sur; había más gente de la que estaba habilitada, a veces no sé cómo la cuentan", aseguró Angelici.

El plantel profesional salió al campo de juego a las seis de la tarde para hacer una práctica abierta a los hinchas, unos 50 mil, mientras afuera quedaban cerca de diez mil. Incluso hubo hinchas en las escaleras, en una Bombonera saturada de personas. Según Angelici, la decisión de abrir la cancha a los simpatizantes fue un pedido de los propios hinchas, que ahora no podrán festejar en su estadio si el equipo logra la Libertadores. Para mañana está previsto el descargo de los abogados de Boca, que hoy recibieron el acta por el exceso de público.