Londres y la Unión Europea lograron diseñar ayer su futura relación comercial, en el último tramo de las negociaciones del Brexit. El próximo domingo los 27 países de la UE darán su visto bueno sólo si antes logran acordar qué pasará con Gibraltar y la pesca. “Este es el acuerdo correcto para el Reino Unido”, afirmó ante los medios la primera ministra británica, Theresa May, quien expresó su determinación a llevarlo a cabo. Además agregó que el pacto cumple con la voluntad expresada por los votantes en el referéndum de 2016.
El documento de 26 páginas promete una asociación “ambiciosa, amplia, profunda y flexible” entre las dos partes negociadoras. Además establece que la relación entre el bloque europeo y el Reino Unido se basará en valores comunes, derechos individuales, libre comercio, promoción de la democracia y una sólida cooperación en materia de seguridad. Ambas partes acordaron además que el período de transición previsto entre Londres y la UE para evitar una ruptura dura pueda extenderse por dos años más, es decir hasta finales de 2022. “La futura asociación debería abordarse con gran ambición (…) y reconocer que esto podría evolucionar con el tiempo”, subraya el documento. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, aseguró, por su parte, que la declaración conjunta, a nivel comercial político y de seguridad, se acordó a nivel de negociadores. “Y el domingo le corresponderá aprobarla a los mandatarios de los países del bloque”, afirmó. Los principales temas tratados en el acuerdo son los siguientes:
- Comercio
El documento prevé una zona de libre comercio que combine una profunda cooperación en materia de reglamentación y aduanas. En una concesión a los partidarios del Brexit, el texto promete que Reino Unido recuperará una política comercial independiente, en la medida en que la futura relación lo permita.
- Regulación
Ambas partes negociadoras acordaron mantener su autonomía reglamentaria pero pidiendo que las normas sean compatibles, en la medida de lo posible. Además, se comprometen a evitar barreras innecesarias para las empresas. Este será un aspecto muy vigilado del acuerdo, ya que muchas empresas británicas están deseosas de que no se produzca ninguna interrupción importante a causa de las grandes exigencias regulatorias de la UE.
- Servicios financieros
Los lazos que unirán la City de Londres –una capital financiera global– con Europa después del Brexit están muy avanzados. Según el documento, las evaluaciones equivalentes (relaciones comerciales a distancia) comenzarán tan pronto como sea posible. En este sentido, Reino Unido señala que buscará acuerdos similares a los que Wall Street y Japón mantienen con el bloque.
- Migración
El principio de libre circulación de europeos en el Reino Unido no se aplicará en el nuevo acuerdo, sino que ambas partes señalan que su objetivo será proporcionar viajes sin visado pero sólo para visitas de corta duración. De esta manera, Londres responde a una de las principales demandas que motivó la victoria de Brexit en el referéndum de 2016.
- Política exterior y defensa
En cuanto a la política exterior, la declaración prevé una estrecha cooperación entre el Reino Unido y la UE, respetando al mismo tiempo el derecho de ambas partes a seguir su propio camino en función de sus intereses estratégicos y de seguridad. Además, llama a ambas partes a cooperar en los foros internacionales. En particular en Naciones Unidas para lograr apoyo mutuo cuando se trate de sanciones económicas.
- Seguridad
En la lucha contra el crimen, las dos partes acordaron establecer mecanismos para compartir información sobre el ADN, las huellas dactilares y los datos de matriculación de vehículos. Además consideran la posibilidad de adoptar nuevas medidas para intercambiar información sobre sospechosos y desaparecidos. Sin embargo, la declaración dice que el alcance de estos acuerdos debe reflejar la voluntad de Reino Unido de seguir las normas y mecanismos del bloque, incluido el Tribunal de Justicia de la UE. Pero, liberarse de los fallos del alto tribunal europeo fue una de las exigencias clave de los partidarios del Brexit.
Sobre estas bases los mandatarios de los otros 27 países de la UE deben dar su visto bueno al documento en una cumbre prevista en Bruselas el próximo domingo. A pesar de haber llegado a un acuerdo en la mayoría de los tópicos, aún resta que resuelvan que sucederá con Gibraltar. Por un lado, los españoles exigen que ningún acuerdo entre la UE y el Reino Unido pueda aplicarse , luego del Brexit, sobre Gibraltar sin su aprobación. “Si esto no se resuelve de aquí al domingo, España desgraciadamente (...) tendrá que votar no (al acuerdo del Brexit), y ejercer su capacidad de veto”, amenazó el presidente español, Pedro Sánchez. Sin embargo ayer May salió a calmar las aguas: “anoche (por la noche del miércoles) hablé con Pedro Sánchez y tengo confianza en que el domingo seremos capaces de alcanzar un acuerdo que cubra a toda la familia británica, incluido Gibraltar. (…) Fui absolutamente clara en que la soberanía británica de Gibraltar se protegerá”, un enclave británico situado en el extremo sur de la península ibérica, afirmó.
Respecto de la pesca, los europeos quieren garantizar el acceso de su flota pesquera a las aguas británicas al término del período de transición. Todo apunta que este tema se resolverá a último minuto, después de que May anunciara que se juntará a negociar con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el próximo sábado en Bruselas. No obstante,
Un traspiés de aquí al domingo podría dificultar el proceso de ratificación y terminar en un divorcio sin acuerdo.