Con un sentido homenaje al ex presidente Salvador Allende y con gestos de apoyo a las inversiones francesas, el presidente François Hollande cerró ayer una visita a Chile de dos días, marcada por un fuerte discurso antiproteccionista. A punto de partir hacia Colombia, destino final de su última gira como presidente francés por América latina, Hollande visitó las instalaciones de la central solar Bolero, con inversión de la francesa EDF, en el desierto de Atacama. Más temprano y en Santiago, homenajeó al también socialista Allende, depuesto por el golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973, a quien recordó como un líder que dio su vida para defender la libertad de su país. Junto a Isabel Allende, hija del ex mandatario chileno, Hollande visitó el Cementerio General de Santiago, donde están los restos del ex jefe de Estado que se suicidó el 11 de septiembre de 1973. “Con su muerte, Salvador Allende también quiso dar un mensaje: que nunca hay que ceder en la defensa de la libertad”, consideró el presidente francés ante la prensa. “Hoy la libertad parece algo normal, la democracia está ahí, pero hay que seguir luchando. Nunca hay que renunciar (y debemos) pensar que hay un riesgo para lo más preciado, que es nuestra forma de vida”, reflexionó Hollande.
Homenaje a Allende
Este artículo fue publicado originalmente el día 23 de enero de 2017