¿Cómo se expresan los y las adolescentes que viven en la ciudad de Buenos Aires? ¿Qué formas adoptan el teatro, la danza, la música, la literatura, la fotografía y los formatos derivados de las nuevas tecnologías? La segunda edición del Festival Clave, pensada por un comité de diez adolescentes junto a un comité de referentes de la escena artística actual, es una ventana a las manifestaciones de la cultura joven. Serán dos días de fiesta y celebración, hoy y mañana con entrada gratuita en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). Esta segunda edición cuenta con más secciones que la primera, nuevas actividades y, según destacan sus jóvenes curadores, se presenta renovada. Nicolás Romano y Maca Suárez participaron el año pasado en las categorías Cortos y Escenario libre, respectivamente. Quedaron muy entusiasmados y ahora integran el comité (se postularon y fueron seleccionados). “Mantenemos la esencia del Festival pero queremos que evolucione, que se renueve, desde el cambio de imagen hasta las categorías. En 2017 las disciplinas no estaban bien delimitadas y este año es todo mucho más claro: las secciones, los talleres específicos para quienes fueron seleccionados y sigan aprendiendo hasta el momento de la muestra”, señalan a PáginaI12. “Danza y teatro tienen sus propias sub-secciones, por ejemplo. En Danza podés participar en streetdance, coreografía propia o coreo ajena, lo que simplifica a la hora de anotarte. Ahora hay más claridad”, advierte Romano. Suárez agrega: “En Escenario Libre entraba de todo, desde circo hasta canciones, todo seguido una cosa después de la otra. Ahora está todo más ordenado”.
No se trata de una mera exhibición. Los que los doscientos centennials mostrarán al público desde las 11 hasta las 22 horas es el resultado de un proceso de aprendizaje e intercambio, iniciado desde que fueron elegidos a mitad de año. En el medio hubo espacio para conocer a los demás partipantes, actividades conjuntas, talleres, seguimiento de los proyectos con artistas consagrados y experiencias inéditas. “Tuvimos el Campamento Clave, dos días intensivos de encuentro, juegos y talleres por categorías con artistas como Santiago Vázquez, Martín Piroyansky, Ana Katz y las hermanas Marull, que fueron un lujo para nosotros. Y el Programa Sala de Ensayo, los sábados y domingos de octubre y noviembre, con workshops, charlas, actividades especiales, excursiones. Por ejemplo, fuimos al estudio de grabación de Tweety González y vimos cómo trabaja. O Eruca Sativa, que tocó para nosotros y después pudimos charlar con ellos”, explica Camila Sosa, otra integrante del comité. No trabajaron solos, estuvieron secundados y en permanente relación con el comité de adultos, intercambiando ideas y necesidades. “El comité de adolescente coproduce junto a un comité adulto. Fue un proceso intenso y bello. Intenso pero nunca malo –coinciden los tres–. La verdad es que nos escucharon mucho y pudimos resolver las cosas con facilidad”. “Este año profundizamos en los ensayos, porque el año pasado no se le dió tanta importancia y lo necesitamos. Muchos de nosotros nunca habíamos estado frente a público y está bueno llegar mejor preparado a ese momento”, comenta Sosa.
Booktubers y bookstagramers (los amantes de la literatura juvenil fantástica que recomiendan libros a través de YouTube e Instagram), cosplayers (fans de los juegos de rol que se disfrazan para representar a sus personajes), fan dancers del k-pop (chicas y chicos que se visten y copian las coreografías de sus ídolos del pop coreano), freestylers (seguidores de la cultura hip hop que aman el rap y el arte de improvisar), gamers (fans de los videojuegos en línea que se juntan a jugar en grupo): todos ellos mostrarán sus prácticas en una maratón de performances, canciones, competencias de rap, muestras, juegos, invitados especiales, talleres y charlas que tomarán diferentes espacios del Recoleta, cerrados y al aire libre. También habrá lugar para expresiones más tradicionales: poemas, relatos, fotos, cortos, danza y teatro. Para Luciana Blasco, Subsecretaria de Política Culturales y Nuevas Audiencias, de quien depende el Recoleta, la diversidad y el respeto son marcas alentadoras de esta generación nacida con internet. “Hay perfiles de chicos y chicas muy distintos, que se sienten interpelados por expresiones muy diferetes, como el rap o la literatura. Sorprende la capacidad de escucha que tienen del otro, la aceptación y el desprejuicio. Cuando dicen: ‘Está todo bien’, realmente es así. Fuera de todo lugar común, hay una tolerancia y una posibilidad de abrir un espacio de encuentro con el otro que son muy alentadoras”, observa Blasco. “Queremos que las distintas formas de sentir y de pensar de los y las jóvenes cobren mayor protagonismo, que su voz sea escuchada no sólo por sus pares, sino por otras generaciones. Lo que tienen para decir nos constituye hoy como sociedad”, agrega. “Que el Recoleta explote de gente. Que vengan adultos, niños, familias, no sólo adolescentes. Está armado para que nadie se aburra”, asegura Nicolás Romano. Se puede consultar la programación completa en: http://www.centroculturalrecoleta.org/agenda/festival-clave-2018