Un día antes del Superclásico que coronará al campeón de la Copa Libertadores, las autoridades de River, encabezadas por Rodolfo D’Onofrio, ofrecieron un almuerzo que tuvo de invitados al presidente de la FIFA, Gianni Infantino; al titular de Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez; al presidente de la AFA, Claudio Tapia; y a la máxima autoridad de Boca, Daniel Angelici. Así como el referente suizo estará presente hoy en el Monumental, diferentes dirigentes de las principales confederaciones del mundo arribaron a Buenos Aires para palpitar la finalísima entre los dos equipos más populares de la Argentina.

La Superfinal entre River y Boca concita la atención del público y de los medios de todo el planeta, a punto tal que Infantino, máximo representante de FIFA, llegó el jueves al país para estar presente en el Monumental y ayer hasta fue parte del tradicional encuentro de camaradería que en un restaurante del barrio de Puerto Madero ofreció la delegación riverplatense. D’Onofrio, el vicepresidente primero Jorge Brito y el vice segundo Stéfano Di Carlo anfitrionaron a Angelici, Royco Ferrari y Darío Richarte como caras visibles del eterno rival. 

De dicho meeting participaron además autoridades como el paraguayo Domínguez (Conmebol), Tapia, Víctor Montagliani (Concacaf) y representantes de la UEFA y Qatar, país que albergará la próxima Copa del Mundo en 2022. El presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), Laureano González, también dijo presente en la comida.

Por otra parte, dirigentes de distintas latitudes se harán presentes para observar el partido entre River y Boca. Además de los titulares de todas las federaciones de Conmebol, también estarán el presidente de la MLS, el de la Federación Mexicana y el de la Concacaf. Aleksandr Ceferin, titular de la UEFA, tenía planeado asistir al Monumental, pero se ausentará de la cita debido a un compromiso familiar.

El que no faltará será Infantino, que además participará de la premiación del equipo que logre el título y de inmediato regresará a Europa, aunque el próximo viernes volverá a la Argentina para participar de una reunión en el G-20 junto a los principales mandatarios del planeta.

Tras participar de una exposición durante la cumbre de Buenos Aires, el mandatario suizo tiene previsto viajar a Montevideo en medio de la crisis institucional que transita la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).