La actividad económica cayó en septiembre un 5,8 por ciento frente al mismo período del año pasado, informó ayer el Indec. Es la segunda peor baja de la gestión Cambiemos, después de julio pasado y de allí en más es necesario remontarse hasta el estallido de la crisis internacional, a comienzos de 2009, para encontrar un deterioro superior. El saldo es un nuevo trimestre negativo, acumulando dos seguidos, lo que técnicamente se define como recesión. El retroceso económico a nivel sectorial estuvo protagonizado por la industria manufacturera, que cayó un 11,5 por ciento. También hubo bajas de los sectores de la construcción, comercio y agropecuario, entre otros. En nueve meses, la caída de la actividad económica es del 1,5 por ciento y el FMI estima que llegue a -2,6.
Si la caída récord de la economía del 6,7 por ciento en julio tuvo además de la crisis cambiaria un componente asociado a la sequía del campo, la baja del 5,8 por ciento de septiembre informada ayer por el Indec es netamente un factor de la crisis macroeconómica. El primer sector afectado fue el comercio minorista, mayorista y reparaciones, que mostró un derrumbe del 12,8 por ciento interanual. Este dato está en línea con otros indicadores sectoriales. El informe de ventas en comercios pymes que elabora la Came registró una caída del 9,2 por ciento en septiembre, con descensos todavía superiores en electrodomésticos, juguetería y librerías, muebles, textiles y relojerías. “Se nota cada vez más la merma del poder adquisitivo del público. Las ventas se dan en los primeros siete días posteriores al cobro del sueldo y se extienden por cinco días más con el uso de tarjeta. El resto del mes muchos comercios cierran la jornada sin movimiento de caja”, dijo Antonio Fabián Hryniewicz, de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa. Entre los bienes de consumo básico en supermercados, la caída de las ventas fue del 4 por ciento interanual.
El fuerte retroceso de las ventas, que viene con algunas pocas interrupciones desde 2016 y que se profundizó desde mayo, generó un fuerte impacto negativo en la producción manufacturera. En septiembre, la caída de la industria fue del 10,8 por ciento. En el desagregado de los sectores, el textil computó una pérdida del 24,6 por ciento interanual; edición e impresión bajó un 21,6 por ciento, al tiempo que la industria del tabaco cayó un 15,8, papel y cartón bajó 8 por ciento, y refinación del petróleo, el 11 por ciento. El sector de alimentos anotó un retroceso del 3,2 y caucho y plásticos, un 20,4 por ciento. En neumáticos la baja alcanzó un 16,3 por ciento y en manufacturas de plástico, 21,3. La fabricación de autos cayó un 15,7 por ciento; la metalmecánica, un 20,5 por ciento y sustancias químicas, un 4,7 por ciento. El único sector que en septiembre logró una mejor es la siderurgia, pero el dato de octubre muestra que la producción de acero y hierro también ingresó al terreno negativo.
Los números del Indec marcan que en septiembre la industria manufacturera se ubicó un 14,3 por ciento por debajo del mismo mes de 2015. En el caso del comercio, la comparación con 2015 arroja una caída del 15,3 por ciento. El sector de la construcción también está en negativo frente a 2015, en un 5 por ciento. En tanto, en la comparación interanual la construcción mostró en septiembre una baja del 2,9 por ciento. La venta de insumos para la construcción marcó un retroceso de hasta casi 14 por ciento.
A contramano de las caídas del orden del 30 por ciento de mediados de año, el sector agropecuario anotó una mejora del 2,2 por ciento en septiembre frente al mismo período del año pasado, mientras que la pesca subió 2,8. Otro sector que operó en positivo es intermediación financiera, con un alza del 2,7 por ciento. El nivel de actividad de los bancos muestra una mejora del 4,7 por ciento frente a septiembre de 2015.