El presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, decidió dejar de intervenir en la causa por lavado de dinero que tuvo como figura central a Lázaro Báez y en la que ahora está pendiente de resolución la situación de Cristina Fernández de Kirchner. La ex presidenta tiene falta de mérito dictada por el juez Sebastián Casanello pero fue apelada por todos los órganos del Gobierno de Mauricio Macri que intervienen en el tema: la Oficina Anticorrupción (OA), la Unidad de Información Financiera (UIF) y la AFIP. Irurzun había sido desplazado el jueves por un tribunal superior, la Cámara de Casación, por posible “parcialidad” en relación a un tramo de la investigación donde habían sido procesados por encubrimiento agravado y violación de deberes de funcionario público el ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray y el ex titular de la DGI Angel Toninelli. El camarista tomó nota de esa disposición y optó por apartarse de la totalidad del expediente. Todo el mundo en Comodoro Py sabe que Irurzun fue el arquitecto del llamado a indagatoria de la ex presidenta, para la que el juez Casanello consideraba que no había elementos de sospecha.
El núcleo de la causa en cuestión, conocida como “la ruta del dinero”, como la bautizaron los medios que más sintonizan con el Gobierno, está ya en pleno juicio oral, con Báez en el banquillo, junto con sus hijos, sus colaboradores, y otros personajes como Leonardo Fariña y Federico Elaskar, cuyas declaraciones en el programa Periodismo Para Todos, dieron origen a el expediente. La situación de algunos ex funcionarios quedó fuera del juicio, entre ellas la de CFK a fuerza de insistencia de las querellas del Gobierno, y la de Echegaray y Toninelli atravesó otra discusión. Ambos ex funcionarios del ente recaudador fueron denunciados por tapar maniobras con facturas truchas y falta de controles sobre la empresa Austral Construcciones, foco de las actividades de Báez. Pero la pesquisa sobre ese punto quedó duplicada: una causa la tuvo el ex juez Norberto Oyarbide y los sobreseyó. Otra, análoga, fue presentada como denuncia por Margarita Stolbizer en la causa a cargo de Casanello, quien le dio relevancia ya que podía representar el “delito precedente” del lavado de dinero que se le adjudica a Báez, los terminó indagando y procesando. Irurzun había opinado que las investigaciones debían tramitar separadas en un comienzo. En otra ocasión sostuvo que el sobreseimiento dictado por Oyarbide era “aparente”. Dio paso al trámite en el juzgado de Casanello. Casación le anuló esa resolución. El se excusó después en esa causa. Por eso Echegaray lo recusó en la otra. El camarista rechazó el planteo. Luego fue a la carga Toninelli y llegó hasta la Casación, que resolvió su apartamiento esta semana.
La resolución de Casación fue firmada por Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña. “Se encuentra debidamente fundado el temor de parcialidad”, dijo Borinsky. Hornos añadió: “el juez no sólo debe ser imparcial, sino también parecerlo”, y señaló que podía haber sospechas sobre “la dirección de su pronunciamiento”. No se puede descartar, sostuvo Barroetaveña, que “el magistrado recusado se haya formado una opinión respecto del asunto”. De este modo, consideraron que Irurzun no debía seguir interviniendo en el tramo de la investigación que atañe a Toninelli, que es el mismo que afecta a Echegaray. Es más, hace falta un nuevo fallo sobre la situación procesal de ambos. Un día después, Irurzun decidió apartarse de todo el caso, y dar intervención a la sala I, que hoy integran Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens. El titular de la Cámara sostuvo que el expediente de Echegaray y Toninelli es conexo al principal, donde se investigó a Báez y donde “ayer se elevó –decía el juez– el incidente para dar trámite a las apelaciones de los acusadores privados contra la falta de mérito de Cristina Kirchner”. Para él resultaba indudable que su apartamiento comprende la investigación en su totalidad. Sus colegas de la Sala I, deberán evaluar lo resuelto por Irurzun, y todo parecería indicar que lo aceptarán.
Bruglia y Llorens ya opinaron sobre la indagatoria a CFK, antes de que fuera citada. El primero no encontró elementos para darle ese lugar de sospechosa, el segundo lo hizo a regañadientes. Lo que deberán revisar es la falta de mérito que dictó Casanello, que no encontró –al menos hasta ahora– la vinculación de la ex presidenta con el dinero que Báez trasladó a cuentas en el exterior, y en parte repatrió. Otras teorías en Comodoro Py dicen que la causa de lavado debería tramitar junto con las que investigan lavado y otras maniobras en la obra pública en la provincia de Santa Cruz. Sería el modo de adjudicar alguna responsabilidad a la ex presidenta. Otros interpretan el apartamiento de Irurzun como un signo de nuevos aires en los tribunales federales porteños. Como es sabido, Irurzun es el autor de la doctrina que habilitó la detención de más de una veintena de funcionarios kirchneristas por el solo hecho de tener un cargo público y también se le atribuye el diseño de varias de las causas en trámite que involucran a la ex presidenta.