Desde las 13, las puertas del estadio de River se abrieron para permitir el acceso de los hinchas millonarios a la revancha de la final de la Copa Libertadores, que se disputará a partir de las 17. El estadio estará repleto para esa hora, con una recaudación del orden de los cien millones de pesos.
El partido de ida terminó 2 a 2 y la revancha tendrá como árbitro al uruguayo Andrés Cunha. Ambos planteles se dirigirán en instantes al estadio. River concentró en el hotel Sofitel, en Cardales, en medio del calor de sus simpatizantes, mientras que Boca sale del Hotel Madero en medio de un banderazo de sus hinchas.
El partido tendrá un minuto de silencio, antes de su inicio, en honor a los 44 miembros de la tripulación del submarino ARA San Juan, encontrado el sábado pasado a 907 metros de profundidad en el Atlántico Sur, después de estar perdido durante un año.