Unos 500 migrantes centroamericanos se lanzaron ayer sobre la valla fronteriza que divide a México de Estados Unidos en Tijuana pero desistieron de cruzar al ser alcanzados por gases lacrimógenos desde el norte, al tiempo que los estadounidenses cerraron la frontera.
Desesperados de estar hacinados en un albergue, al menos 500 migrantes que participaban en una manifestación desde el albergue en el que están unos 5.000 centroamericanos se separaron de la marcha, que sumaba unas 1.000 personas, y se lanzaron, sin éxito, hacia la línea fronteriza de Estados Unidos.
“Estamos dispuestos a dejar aquí la vida con tal de pasar”, dijo Mario López, un hondureño que empujaba a su hija de tres años a través de un agujero del muro fronterizo a ras de terreno durante la intentona.
La niña, que había perdido sus sandalias en la estampida, se arrastró en la tierra queriendo pasar al otro lado.
Helicópteros estadounidenses sobrevolaban cerca de la frontera, controlando los intentos de cruzar de los migrantes y lanzado gases lacrimógenos. Poco después, los helicópteros cruzaron el límite y sobrevolaron el lado mexicano.
Con dificultades para respirar, muchos recularon e incluso una mujer cayó del muro y se desmayó.
“Nos van a matar!”, gritaba otra mujer tratando de recoger a la desmayada.
La multitud trataba de protegerse de los gases cubriéndose el rostro mientras que las madres auxiliaban a los niños.
La muchedumbre se arremolinaba sobre la línea fronteriza, empujándose entre ellos, en medio de gritos y llantos de los niños.
“¿Ya estamos en Estados Unidos?”, preguntaron con desesperación migrantes mientras esperaban cruzar la doble valla fronteriza que separa la ciudad mexicana de Tijuana de la estadounidense San Diego.
Desde México se escuchaban el resonar de las sirenas de la patrullas fronteriza estadounidense que recorrían hacían recorridos levantando una nube de tierra en esta desértica zona.
Tras la sorpresiva intentona de los migrantes, la agencia de aduanas y de seguridad fronteriza de Estados Unidos decidió cerrar el paso fronterizo con Tijuana, tanto de vehículos como de peatones.
Un equipo de la agencia AFP constató que un grupo numeroso consiguió cruzar hasta un primer muro y trataron de cruzar el segundo, cubierto con púas, para lanzarse a Estados Unidos, donde agentes de la patrulla fronteriza se movilizaban.
Otro periodista de la AFP observó que un puñado de centroamericanos consiguieron por momentos pasar hacia territorio estadounidenses, pero se regresaron al cuando guardias fronterizos estadounidenses empezaron a lanzar gases lacrimógenos.
“Algunos grupos (de migrantes) trataron de manera violenta e intempestiva de ingresar por diversos medios y lugares a territorio estadounidense”, dijo a la televisora Milenio Alfonso Navarrete, ministro de Gobernación de México.
“Se va a actuar y a proceder con la deportación”, añadió Navarrete al señalar que estas personas “lejos de ayudar a la caravana, la afectan”.
El funcionario sostuvo que tiene identificadas “a dos o tres personas que estuvieron instigando de manera violenta” a los migrantes para que trataran de cruzar.