El reclamo de los trabajadores del exclusivo complejo Nordelta para que ingrese el transporte público a la zona tuvo eco en el municipio de Tigre: después de la publicación en este diario de las protestas de empleadas domésticas, el intendente Julio Zamora presentó en el Concejo Deliberante local un proyecto de ordenanza para que la línea de colectivos 723 desvíe su recorrido y circule por la avenida interior que atraviesa la ciudad-pueblo. Las trabajadoras habían denunciado que, al mejor estilo del apartheid, los habitantes del lugar pidieron que no las dejen viajar en las mismas combis que ellos porque “tienen mal olor y hablan mucho”. La iniciativa se debatirá mañana y, según adelantó Roxana López, presidenta del bloque Unidad Ciudadana de Tigre, “es probable que se haga un tratamiento sobre tablas, sin girar a comisiones, porque se está terminando el año y esta es una situación que debemos resolver con urgencia”.
En el proyecto de ordenanza, el intendente solicitó el desdoblamiento de los recorridos del colectivo local 723, de la empresa Utenor, para que ingrese a Avenida de los Lagos, una calle que, a pesar de ser pública, está bajo la “guarda” de la empresa Nordelta. El proyecto que dispone el ingreso de la línea de colectivos al troncal de Nordelta aclara que es “necesario optimizar la prestación de los servicios de transporte público de pasajeros en algunas localidades del partido a los efectos de cubrir necesidades de la población que se fueron manifestando con mayor intensidad a partir del crecimiento urbano y poblacional”.
“Este lunes (por hoy) tenemos reunión de bloque para evaluar más en detalle el proyecto, pero está claro que vamos a acompañarlo porque este reclamo viene desde hace años, dado que el acceso a la Avenida de los Lagos, que es el troncal que atraviesa todos los barrios privados, genera desigualdad urbanística y afecta no solo a las trabajadoras domésticas sino también a los jardineros, pileteros y otros empleados del centro comercial que funciona allí”, informó a PáginaI12 Roxana López, presidenta del bloque Unidad Ciudadana de Tigre. Y agregó: “En la entrada y la salida del troncal que conecta Pacheco con Benavídez hay dos garitas de seguridad donde te piden documentos, te sacan fotos y solo podés entrar con auto. Como el colectivo no puede pasar por este trayecto aún, hace otro recorrido que tarda una hora y media. Si lo dejaran pasar, el viaje duraría solo veinte minutos”.
“Los negocios inmobiliarios en Tigre fueron un boom durante muchos años. Seguramente existían distintas presiones por parte de las empresas privadas hacia los políticos para que no ingrese el transporte público. Creo que con la lucha de las trabajadoras se llegó a un punto en el que no se pudo ocultar más esto y no quedó otra que empezar a prestarle atención”, consideró López. “Creemos que es muy positivo que el intendente haya girado este proyecto al Concejo Deliberante, ya que ahí estamos representando a muchos vecinos de Tigre. Esto no se trata de generar una división entre el adentro y el afuera de Nordelta, sino que queremos que se entienda que cuando uno tiene la responsabilidad de tomar decisiones hay que escuchar también a los más afectados”, dijo López, quien aclaró que “seguramente desde el municipio también se tomarán medidas de seguridad para tranquilizar a los vecinos que no estén de acuerdo con el ingreso del transporte público”.
El intendente de Tigre, Julio Zamora, explicó que su decisión forma parte de un tire y afloje con los vecinos de Nordelta que viene hace casi un año. “Quisimos negociar con ellos para que entre el transporte público. Pero los vecinos querían proponer una forma alternativa para que ingrese un transporte que no sea público, sino que sea solventado por ellos. Tienen desconfianza en el transporte público, por un tema de seguridad”, dijo a PáginaI12. “Yo les di un plazo de tres meses para que presenten algo alternativo y no lo hicieron. Se autoimpusieron un propio plazo pero nosotros no lo respetamos: querían extender esto hasta abril de 2019. Pero la situación de las empleadas, que desconocíamos, nos obligó a acelerar los tiempos”, agregó.
La Avenida de los Lagos, que recorre los 23 barrios privados de Nordelta, está vedada desde hace años al transporte público, a pesar de ser una calle del municipio. “Tigre le otorgó la guarda de esa avenida a la empresa Nordelta porque no creíamos necesaria la circulación del transporte público por esa calle, dado que había vías alternativas. Aunque aclaramos que si en el futuro existía necesidad de abrir el troncal, lo íbamos a hacer”, explicó Zamora. El trato, según el jefe comunal, consistía en que a cambio de la guarda de Avenida de los Lagos, la empresa Nordelta iba a realizar obras en ese troncal. “En los últimos dos o tres años no hubo acuerdo, así que fijamos un 10 por ciento de sobretasa por la guarda de ese troncal. Si se aprueba el proyecto, va a ingresar el transporte público pero la guarda de Nordelta sobre el troncal va a seguir existiendo, por eso vamos a seguir cobrando la sobretasa”, aclaró.
Según sostuvo el intendente, las autoridades del municipio desconocían la discriminación que las trabajadoras de Nordelta viven a diario. “Sí teníamos el reclamo por el transporte. Pero no conocíamos la discriminación que recibían. Repudiamos cualquier tipo de discriminación y entendemos que esas situaciones que manifestaron las empleadas de Nordelta no se pueden dar bajo ningún punto de vista. La respuesta que dio el municipio tiene que ver con esto”, explicó. Y agregó que la decisión también está enmarcada en un cambio de paradigma: “Durante muchos años se caracterizó a Tigre como una zona de barrios cerrados. Nosotros queremos hablar de barrios abiertos, de cohesión social. Consideramos que los espacios públicos son democratizadores y por eso la decisión del ingreso del transporte a la troncal pública que recorre Nordelta”.
En la nota publicada en este diario, las trabajadoras denunciaron que no cuentan con transporte público que las traslade a sus puestos de trabajo y la única manera de viajar que tienen es a través de MaryGo, la empresa de combis privadas que accedió a la exigencia de los habitantes de Nordelta de no viajar con ellas. “Compañeras han escuchado a sus patronas hablar por teléfono o tener reuniones con otros vecinos donde decían que no querían viajar con nosotros por nuestra forma de vestir, porque hablamos mucho de nuestra vida cotidiana, porque algunas hablan guaraní y porque tenemos mal olor”, relató una de las trabajadoras a PáginaI12.
Esta mañana, el diputado provincial Miguel Funes, de Unidad Ciudadana, presentará un proyecto de pedido de informes a la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires para solicitarle al poder Ejecutivo Provincial que informe sobre la situación de las trabajadoras y trabajadores de Nordelta, que reciben discriminación a diario –el diputado citó en su escrito las declaraciones hechas por las trabajadoras a PáginaI12– y “carecen de transporte público directo para llegar y retirarse de su lugar de trabajo”. La solicitud pide conocer cuáles son las líneas provinciales y municipales que pasan por el barrio privado de Nordelta y saber cuál fue el último relevamiento realizado en el barrio por el Ministerio de Trabajo, para saber cuántos trabajadores y trabajadoras se encuentran registrados. “Entendemos que la provincia de Buenos Aires tiene que tomar cartas en el asunto. Hay que señalar que subyace en este conflicto lo que algunos medios de comunicación han planteado como una especie de apartheid que tiene que ver con un profundo odio de clase. Sería importante realizar una inspección laboral en este ámbito cerrado para evaluar las condiciones de trabajo, para ver si se cumple la ley 26.844 que rige para las trabajadoras de personal de casas particulares”, dijo Funes.