El líder Racing empató anoche sin goles frente a Banfield en Avellaneda, cortó una racha de tres triunfos consecutivos y redujo su liderazgo en el campeonato a dos puntos sobre su escolta, Atlético Tucumán. El Taladro, por su parte, estiró su invicto a tres encuentros y se acercó a puestos de copa.
Por un lado, las subidas de Saravia, la imprevisibilidad de Centurión, la precisión de Cardozo y Fernández en la pelota parada y la sapiencia de López para generar juego. Del otro, el poderío aéreo de Civelli y Ortiz en defensa, la velocidad de Alvarez para desbordar, las apariciones sorpresivas de Kalinski en ataque y la siempre amenazante presencia de Cvitanich en el área. En la casi trasnoche de Avellaneda (el partido comenzó a las 21.30), las condiciones estaban dadas para que el encuentro sea de ida y vuelta.
Tal premisa se cumplió en los primeros minutos. Una llegada de Saravia al área chica –le costó dominar y definió sin potencia– y un cabezazo de Sigali tras un peligroso corner de Pol Fernández, obligaron a las primeras intervenciones del bueno de Arboleda. En el arco de enfrente, García también tuvo acción tempranera. Primero, al salir fuera del área para despejar un peligroso pase largo de contraataque; luego, para responder correctamente ante un disparo desde lejos de Silva, de lo mejor de Banfield.
Sin embargo, con el correr de los minutos, el primer tiempo cambió claridad por intensidad. El problema de Racing fue que sus jugadores de ataque, Centurión, Cristaldo y López, tuvieron poco contacto con la pelota. Es que Banfield le entregó la posesión al local y se replegó bien para impedir que el toqueteo de la Academia avance mucho más allá de la mitad de cancha. Sólo cuando Centurión se iluminó en el uno contra uno fue que Racing logró ganar metros, pero la visita, inteligentemente, cortó siempre con infracción. A pesar de ello, los planes del Taladro corrieron serio peligro sobre el final de la primera parte, cuando Cristaldo se hizo presente por duplicado. Primero, con un cabezazo que se fue cerca tras una buena jugada entre López y Orban por izquierda; y luego, cuando un zurdazo suyo de media vuelta en la puerta del área fue a dar al palo izquierdo de Arboleda.
El inicio del complemento intensificó el quedo del partido y, en especial, el del local. En sintonía, ahí fue cuando Banfield logró mostrar su mejor versión, llegando con frecuencia al área rival, aunque sin generar peligro. Mientras tanto, desde un costado, con su característica bufanda y manga corta, Coudet notó el bajón de los suyos y probó con los ingresos de Zaracho (por un deslucido Cardozo) y Soto (por Orban en el lateral izquierdo). Pero si su equipo llegó a generar peligro en los últimos minutos, fue sólo a través del juego aéreo, el gran arma de Racing en los últimos tiempos. Sin embargo, enfrente estuvo Arboleda, uno de los baluartes para que los de Falcioni tengan una de las vallas menos vencidas del campeonato (11 goles) y para que el líder ceda terreno en la Superliga.