En octubre se firmaron 3669 escrituras inmobiliarias en la Ciudad de Buenos Aires, lo cual representa una caída del 40,7 por ciento en relación al mismo mes del año pasado y una mejora del 3,5 por ciento frente a septiembre, informó ayer el Colegio de Escribanos porteño. La reducción del mercado inmobiliario tiene como factor central el desplome de las estructuras realizadas con crédito hipotecario. Fueron apenas 355 operaciones de crédito, una baja interanual del 81,7 por ciento y del 85 por ciento en los últimos seis meses. Otro dato relevante es que en octubre el monto de la operación promedio medida en dólares se redujo en un 6,6 por ciento frente a septiembre, aunque mantiene un signo positivo en la comparación anual en base al buen desempeño de principios de año.
El abrupto giro en las condiciones macroeconómicas, con el salto del dólar de menos de 20 pesos a 40 a partir de abril, tuvo un fuerte impacto en el mercado inmobiliario, que está anclado en la moneda estadounidense. Y el primer efecto se siente sobre el crédito hipotecario y especialmente sobre el segmento atado al UVA. Los créditos atados a la inflación (UVA) pasaron de ser una opción atractiva a una auténtica pesadilla, ya que tanto la cuota como el capital adeudado ajustan según la inflación, que aventaja con creces a la marcha del salario.
En octubre, sólo se firmaron 355 escrituras mediante crédito hipotecario, mientras que en el mismo mes del año pasado fueron 1939 hipotecas. El dato del mes pasado también está por debajo de las hipotecas de octubre de 2016 (563 créditos) y de 2015 (473 créditos). De todas formas, el boom de los créditos durante el primer cuatrimestre permite que en diez meses se acumulen 12.445 escrituras realizadas con crédito hipotecario, el máximo nivel en diez meses desde 2009, cuando arranca la serie calculada por el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires.
La baja de los créditos hipotecarios fue un factor central para explicar la caída de las escrituras totales de octubre, que se ubicaron en 3669, frente a 6188 confeccionadas el mismo mes del año pasado. Pero además, operó un fenómeno de menor movimiento del mercado a raíz del fuerte aumento de la incertidumbre económica en relación a la situación de 2017.
“La desestabilización del dólar hizo que desaparecieran muchos compradores. Para los que buscaban un crédito, no sólo aumentó la cuota sino que subieron los ingresos necesarios para recibir la aprobación del crédito. Se pasó de necesitar unos 35 mil pesos para una propiedad familiar a entre 90 y 100 mil pesos ahora. La cuota subió de 6 mil a 20 mil pesos por mes, aunque en líneas generales sigue siendo un monto similar a los alquileres, que también aumentaron mucho. Necesitamos volver a reactivar el crédito a partir de la acción del Estado con los bancos públicos, que se estabilice el dólar y bajar la inflación”, dijo a este diario Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).