Finalmente, el Gobierno dio marcha atrás en su decisión de invisibilizar las protestas contra el G-20 y autorizó a los movimientos sociales y políticos a movilizarse el próximo viernes por Avenida de Mayo hasta el Congreso, para rechazar la cumbre que comenzará ese día. Sin embargo, le exigió que los organizadores que los manifestantes no fueran con los rostros cubiertos y que, en caso de violencia, se aísle a quienes la provocan. De lo contrario, advirtió, "las fuerzas de seguridad actuarán de manera inmediata".
La decisión fue comunicada por el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Gerardo Milman, a través de una carta dirigida al premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. "Entiendo que de esta manera todos hacemos un aporte a la paz y la convivencia democrática", le escribió el funcionario para justifica su decisión.
"Por instrucción de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y en el marco de la necesidad de diálogo entre los argentinos que ha propuesto el presidente Mauricio Macri, se ha dispuesto dar respuesta satisfactoria a vuestra solicitud de manifestarse por los derechos que les asisten durante el día 30 del corriente", dice el escrito publicado por Noticias Argentinas (NA).
Pérez Esquivel confirmó el permiso pero negó tener responsabilidad alguna en los controles porque “es el Estado el que debe ser garante de la seguridad ciudadana”. Durante una entrevista con “A los botes”, por radio Futurock, el referente de derechos humanos remarcó: “Yo no puedo ser garante y menos de un gobierno que reprime en la forma que reprime”.
Además, el premio Nobel sostuvo que las 70 organizaciones que participan del colectivo que impulsa la actividad contra el G-20 “queremos hacer las cosas lo mejor posible para manifestarnos” y dejó claro que respetarán las “zonas de exclusión” determinadas por las autoridades nadionales.
La movilización de la "Confluencia Fuera G-20-FMI" comenzará el próximo viernes a las 15 desde la Avenida San Juan por la 9 de Julio hasta Avenida de Mayo, para luego dirigirse hacia la Plaza del Congreso.
Antes de la autorización formal de la Casa Rosada, las organizaciones habían ratificado su voluntad de movilizarse pese a las trabas que el gobierno de Cambiemos les puso ayer, durante la reunión que funcionarios mantuvieron con varios referentes sociales.
Sin embargo, la Casa Rosada autorizó la movilización pero puso una llamativa serie de condicionamiento basados en estereotipos basados en el prejuicio. El párrafo establece que solo se permitirá “toda señal de manifestación en paz, sin caras tapadas, sin elementos o artefactos que tengan por objeto la violencia”, y pide que se contemple “la posibilidad de aislar entre todos si los hubiere, a individuos o grupos violentos es bienvenida para la generación de un clima de expresión plural y democrática".
"Sin que esto signifique que de ningún modo el Estado resigna la responsabilidad de la Seguridad es en tal sentido que es preciso transmitirles que en cualquier caso qué haya situaciones que pongan en riesgo la seguridad de las personas, los bienes públicos y/o privados las fuerzas de seguridad actuarán de manera inmediata de acuerdo a la Constitución y las Leyes", finalizó la misiva.