Luego de los reclamos públicos hechos por dirigentes y referentes de la lucha por los derechos humanos, las Madres de Plaza de Mayo concretarán finalmente su habitual de los jueves. La actividad ininterrumpida en los últimos 42 años había corrido riesgo debido al hermético vallado con que el gobierno nacional cerró el perímetro circundante a la Casa de Gobierno, en el marco de las medidas de seguridad por la cumbre del G-20.
“En 42 años nunca nadie nos prohibió”, cuestionó la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, durante una conferencia en la que le exigió a la gestión de Mauricio Macri que libere el cerrojo alrededor de la Pirámide de Mayo alrededor del cual marchan cada semana, desde la última dictadura militar.
Representantes de ese organismo mantuvieron reuniones con funcionarios para que la ronda no sea suspendida, algo que finalmente resultó positivo para las Madres. Varias de ellas comenzaron a llegar a la histórica plaza luego de que por ella caminara el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en su recorrida por la Catedral Metropolitana y la Casa Rosada.
"La marcha la vamos a hacer donde sea. Si nunca nos prohibieron, no nos van a prohibir ahora”, había advertido Bonafini durante una conferencia en la que estuvo acompañada por el titular de Suteba, Roberto Baradel; y el dirigente de ATE Capital, Daniel Catalano, entre otros.
“Un día nos prohibió (Fernando) De la Rúa y nos compramos escaleras para subir de un lado y bajar del otro (a través de un vallado). Pero ahora no estamos en condiciones de eso porque tenemos más de 90 años”, agregó la dirigente, y sostuvo que el motivo por el cual se puso en duda la marcha de hoy es porque los funcionarios macristas “le tienen miedo” a las Madres.