Con la invocación de la ronda como performance colectiva de reunión pero también de invitación a la acción y a la fiesta, una semana después que el G20 retire sus “tropas” de nuestro país, empezará ELLA en la ciudad de La Plata, un evento totalmente libre y gratuito. La cuarta edición de este Encuentro Latinoamericano de Feminismo empezó a soñarse hace cinco meses por Cultura de Red, una plataforma colaborativa de colectivos de cultura y comunicación con integrantes de Bolivia, Uruguay, Venezuela, Colombia, Argentina y Brasil, quienes pensaron en nuestro país por la fuerza con que la marea verde inspiró a todo el continente a llevar la lucha por el aborto legal a sus territorios y el llamamiento a la plurinacionalidad de los Encuentros de Mujeres que ya llevan más de tres décadas de logros e historia sostenida. Con un formato de trabajo y planeamiento de asambleas colectivas virtuales vía Telegram (una versión más democrática y menos mainstream que el Whatsapp) donde cada decisión tiene el aval de todas (son casi 200), en esta cuarta edición en nuestro país, se suma el colectivo Ni Una Menos y la Dirección de Políticas Feministas de la Universidad Nacional de La Plata como co-organizadoras de un Encuentro que se planta en contra del racismo pero con la experiencia de un territorio colonizado amarrada en sus cuerpos e identidades, tantas veces invisibilizadas, incluso por el feminismo.
ELLA nació en el año 2014 en Brasil, en Belo Horizonte, después viajó hacia Bolivia en el 2015, donde se realizó en Cochabamba, y el grito que aglutinó a todas las compañeras que participaron fue en contra de la violencia machista, ya que Bolivia es uno de los países con mayor índice de violencia de género de América latina. En 2017 llegó a Cali, Colombia, y el lema fue “Mujeres luchando por la paz”. “Fueron mil compañeras de toda la región. Ese encuentro marcó un hito porque para muchas compañeras de Colombia fue la primera experiencia de un encuentro feminista y para muchas fue la primera experiencia de salir de sus países, encontrarse cara a cara con otras compañeras, entrelazar luchas regionales, entender cómo es la construcción de feminismos en otros países, encontrarse en las disidencias sexuales, encontrarse en la diversidad de culturas, de colores, de lenguajes, de olores, de cuerpos” dice Majo Giovo, editora del colectivo Emergentes y miembra de Cultura de Red.
Este año, absolutamente atravesadas por la marea verde, ELLA llega a Argentina con el desafío de articular, aglutinar y refugiar a mas de 3000 compañeres que van a llegar de diferentes puntos de América Latina y el Caribe en un encuentro histórico para la articulación de una plataforma que se construye en código abierto, colectivo, autogestionado, en un encuentro que viene fusionando muchas experiencias de construcción feminista a lo largo de estos cuatro años, un encuentro que es muy joven pero también muy radical en el sentido de pararse desde esos goces y deseos que devienen feminismos diversos. “De ahí que cuando ELLA llega a Argentina decidimos que como símbolo político y de construcción local y latinoamericana pase a llamarse Encuentro Latinoamericano de Feminismos y que sea un espacio de formación, de escucha, entendiendo que hay compañeras de otros países de la región que vienen atravesadas por la lucha del aborto en sus países y queriendo tener los pañuelos verdes en sus mochilas, en sus brazos, en sus cuellos, y desde acá con una voracidad por saber del feminismo negro en Brasil que está llevando adelante una lucha histórica contra el racismo y su articulación con el feminismo indígena, tanto de acá como de Brasil, Honduras, Guatemala…” , explica Giovo y suma temas a la trama que va a tejerse esos tres días de fiesta, caravana y acampe: cómo se construye un feminismo chavista en una Venezuela que se para ante el neoliberalismo y que hizo su capítulo local de ELLA logrando articular a más de 500 compañeras, cómo se enfrenta a las derechas que advinieron con fuerza en toda la región y los fundamentalismos religiosos que intentan generar culpa y disciplinamiento en quienes pretenden ejercer sus derechos sobre sus cuerpos, cómo poner en común experiencias de cuidado colectivo para seguir sosteniendo la idea de que el feminismo vino a cambiarlo todo. Un encuentro que se va a abrazar con Estela de Carlotto, con Anielle Franco (hermana de Marielle), con Manu Davila, con lesbianas, con negras, con trans, con no binaries, con hombres trans, con gordas, con discapacitadas, con madres, con las que no quieren ser madres y cuyo lema político es “Nuestros cuerpos, territorios en contra del avance del neoliberalismo”. Entramado de luchas donde no pueden faltar algunos otros nombres, invocados como ritual de “Encuentro con nuestras ancestras”. Se nombrarán a Berta Cáceres, Macarena Valdes, Bety Cariño, las niñas de Guatemala y Juana Ramírez. Y porque el territorio es inescindible de las luchas también se pondrá a circular en voz alta el nombre de Johana Ramallo, desaparecida en La Plata en julio del año pasado, el del símbolo y emblema en la lucha por los derechos humanos Chicha Mariani, y el grito conjunto por la liberación de Milagro Sala y por todas las presas políticas de América latina.
En una Argentina donde justamente esta semana se está realizando la cumbre del G-20, el feminismo es bandera en la autodeterminación, es bandera de libertad, es bandera de esa transversalidad política que plantea ELLA y que necesita pensarse de cara a las elecciones del año que viene tanto en Argentina, Uruguay y Bolivia, como en la construcción conjunta de un nuevo 8M. “Vamos a tener un campamento feminista para más de 1500 compañeras, programación nocturna, festivales, asambleas, hablaremos de aborto, de Educación Sexual Integral, vamos a tener debates que todavía nos incomodan a las feministas, como el del abolicionismo y el trabajo sexual reglamentado. Estamos seguras que este cuarto Encuentro va a ser un proceso transformador para todes, donde van a hablar parlamentarias de toda la región con referentas de movimientos sociales, donde vamos a poder trazar juntes un documento en contra de los fundamentalismos religiosos, en contra del fascismo, en contra de la opresión continua hacia las mujeres y las disidencias” concluye Giovo y recuerda que el ENM de 2019 será, justamente en La Plata, de manera que ELLA también será un laboratorio de lo que pasará el año que viene en esa ciudad.
Hay cinco ejes de trabajo, cinco “ruedas” que toman de la ronda su formato ritual y simbólica de escuchar y mirarse entre todes. Los ejes son: “Poder”, “Autocuidado, placer y sexualidad”, “Hackeando el mundo. Cultura y comunicación”, “El mundo es nuestro. Economía, territorio y medio ambiente” y “Acá incomodando. Derechos colectivos” más un Foro por la Articulación de las luchas latinoamericanas por el Aborto Legal Seguro y Gratuito pero toda la trama que articula estas actividades está actualmente en proceso de debate en las asambleas virtuales que se realizan por Telegram ahora a un ritmo vertiginoso.
CAMPAMENTO FEMINISTA
“Los campamentos poseen una erótica subversionalidad para ellos, como todos los ex -camperos de verano pueden testificar, una salvajización y una relajación del súper-ego, un aire sin reglas (…) El campamento de verano no es una guerra, ni siquiera estrategia - pero es una táctica. Y placer inmediato, después de todo, sigue siendo su propia excusa” escribió el poeta estadounidense Hakim Bey y en esa lógica se plantea el acampe que viene siendo tradición en el ELLA. En esa revuelta de cuerpos y experiencias compartidas el eje de “Autocuidado, placer y sexualidad” plantea la rueda “Respuestas colectivas frente al acoso. Ni punitivistas ni puritanas” coordinado por María Pia López. Va a haber actrices, Frente de Mujeres Universitarias que están actualmente elaborando protocolos de acción y estudiantes secundarias pensando herramientas de debate y reflexión colectiva. La acción “Lucha y siesta. #CucharitaColectiva” será coordinada con el grupo Blank Noise de la India y consiste en tomar el espacio público para descansar a cielo abierto, reivindicando el derecho al tiempo no productivo, a bajar las defensas frente a las agresiones, a sentir el placer de no estar alertas cuando el cuerpo está en posición de relajo total con el placer adicional de estar en compañía de otras. “Así como el NUM reinventó muchos espacios de lucha, el ELLA muestra que hay otras formas menos clásicas y más festivas de debatir y multiplicar los sentidos de nuestras demandas. Espero que eso que a mí me ha nutrido tanto sirva para que otras compañeras se sientan inspiradas a pesar de las diferencias y formen parte de un espacio colectivo. Hay una expectativa muy grande y una responsabilidad que cada vez que una impulsa un espacio de este tipo está dando un salto: espero que Argentina sea un punto de inflexión en el posicionamiento de la agenda negra y nutrirnos, compartir y sobre todo festejar que cada vez estamos un poco mas juntas” dice Adriana Benzaquen, integrante de Cultura en Red y coorganizadora de ELLA. Benzaquen también se refiere al eje de “Poder”, donde se van a poner en debate desde las formas de hacer política y de organización a las alianzas posibles con las organizaciones políticas tradicionales, mayormente machistas. La pregunta es de qué se trata el poder para las feministas y si se trata solo de participar de la democracia formal. En una rueda donde participan pensadoras feministas como Dora Barrancos, Rita Segato y Gladys Tzul Tzul además de mujeres políticas, sindicalistas, de movimientos y de organizaciones sociales. La psicóloga, militante y dirigente nacional de la colectiva feminista Mala Junta y directora de Políticas Feministas de la Universidad Nacional de La Plata Diana Broggi reflexiona “Queremos posicionar a los feminismos como territorios de resistencia frente al neoliberalismo. Somos muy críticas y muy cuidadosas del encasillamento de ser un feminismo que solo lucha por el aborto. El aborto es mucho más que la conquista de un derecho humano fundamental, allí también se articulan una serie de demandas que van desde la salud, la educación a la economía y la ciencia, desde ahí es que nosotras rompemos con esa perspectiva más sectorial de los feminismos. En segundo lugar, queremos articular en clave latinoamericana contra los fundamentalismos religiosos y encarar el desafío de ir más allá de ciertas ideas históricamente construidas en nuestro movimiento que separan la espiritualidad de nuestras construcciones. En la Argentina hablamos de los antiderechos, hablaremos de quiénes son y hasta dónde nos alcanzan con sus conceptos y si no necesitamos avanzar en una caracterización y una forma de nombrar más concreta y política para poder trascender esa dicotomía encapsulada que es pañuelo verde/pañuelo celeste. Y en tercer lugar, dar la discusión sobre la necesidad de participación de un “nosotras” de los feminismos en las campañas, en las articulaciones políticas y pensar en clave de disputa electoral: cuál es la estrategia de poder que construimos desde los feminismos frente al neoliberalismo ubicando no solo nuestras demandas sectoriales sino pensando en proyectos políticos integrales. Va a haber un espacio particular donde vamos a trabajar con algunas parlamentarias, incluso recreando una situación en la cual podamos hablar y pensar desde un parlamento feminista”.
SUMAR VOLUNTADES
“Para nosotras, los encuentros nunca son encuentros: son aceleradores de procesos. Sobre todo por lo que nosotras llamamos colectivizar el feminismo, esto es ampliar la llegada para adherir más voluntades, para generar mas deseo en otras compañeras, compañeres, en la sociedad en general, por abrazar la agenda del feminismo” dice María Claudia Rossell, co-organizadora de ELLA en Venezuela. Rossell se pregunta cómo es esto de celebrar la diversidad y vuelve a la idea de acampe, fiesta, música, baile, intercambio de datos de belleza y de libros de estudio. No hay ideal de belleza hegemónica, hay un sentimiento compartido que la belleza está en la diversidad de pieles, de cuerpos, de cabellos. Todas las que vivieron ELLA coinciden: cada año hay un aprendizaje muy distinto porque cada país, cada territorio brinda distintas posibilidades. En el caso de Argentina hay una expectativa enorme por compartir y descifrar las claves de masificación del feminismo y la experiencia de las militancias lgtbq. “Va a ser un campus de formación muy intenso para todas nosotras en el continente sobre todo con esta línea de colectivización del feminismo. Creemos que hay una clave que se logró de la disputa de imaginarios del sentido común en esta colectivización que es una de las principales cosas que venimos a rastrear y a intercambiar. Argentina está a la vanguardia en estas luchas por las disidencias sexuales, y también cómo esa vanguardia ha venido disputando sentido común, formas, códigos, maneras que si vemos el status en el resto del continente está muy en la punta de lanza. Y al ser un Encuentro continental, la venida masiva de compañeras de Brasil que entendemos están en esa otra vanguardia que es el feminismo negro y la diversidad racial, el crisol que se podrá formar en ELLA habla del feminismo interseccional que queremos y de cómo este espacio puede ser un catalizador del debate en el resto del continente” dice Rossell y le pasa la palabra a Dríade Aguiar, activista negra de Mídia Ninja y Fora do Eixo, quien apunta que el feminismo actual comprende que la cuestión racial es un punto fundamental que tiene que debatir y que puede ser muy compleja. “Estamos preparadas porque sabemos que en Argentina hay mujeres que están luchando hace mucho tiempo y piensan que la cuestión racial ya está resuelta porque ellas tienen en su discurso “no olvidamos a las negras” incluso sin tener contacto con ninguna. Así que estamos preparadas para tener en Argentina una experiencia maximizada de la que tenemos en Brasil que es que la cuestión racial está invisibilizada”, dice Aguiar y describe los procesos de exterminación de la población negra en nuestro territorio como muy exitosos. “El feminismo ha replicado esas lógicas coloniales incluso declarándose anticolonialista. Creo que puedo esperar que Argentina va a temblar con ELLA, y va a conocer mas de cerca el feminismo negro. Espero que las compañeras argentinas estén listas y abiertas para conocernos y comprender la cuestión racial. Ahora mismo hay varios grandes temas en el feminismo negro: creo que el más urgente es la representación política. En el último año más mujeres negras pasaron al frente y se candidatearon a diputadas federales, incluso a gobernadoras. Cómo hacemos para hacer campaña, cómo hacemos para mantener a las mujeres vivas cuando están en cargos de poder político e institucional es un eje. Y el otro punto es el autocuidado. Sentir placer en esto y cuidarnos entre nosotras. Hay un punto muy triste de lo que pasó con Marielle que fue reconocer que tenemos un nivel de responsabilidad en su crimen: entonces cuidarnos entre nosotras es plantear cómo las mujeres negras nos cuidamos entre nosotras y cómo nos cuidamos de otras mujeres”.
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