Estancarse, no la quietud en la que descubrimos tanto. El quedarse ahí, sin investigar, ¡a la hoguera ya! ¿Por qué tanto miedo a descubrirnos? ¿Por qué elegimos la fantasía de quedarnos siempre igual? En vez de enfrentarnos a la transformación, a veces queremos quedarnos en la zona cómoda para siempre.
Tiro a la hoguera la comodidad, para poder abismarme en el descubrimiento propio y en conjunto.
¿Cuándo nos dejamos de preguntar? ¿Cuándo aceptamos y repetimos sin si quiera ponerlo en duda, lo que nos dicen? No nos engañemos con la comodidad, ni dejemos que otres lo hagan. Encontremos nuestra manera, nuestra felicidad en el presente, en ese lugar no-seguro (porque está en continuo cambio) que da tanta libertad.
Cambiar de dinámica, estar permeable, salir de los lugares tradicionales, de las etiquetas, y del juicio social.
Tener la certeza de nunca quedarme quieta. Tener la obligación, no como artista, sino como alma deseante, de no conformarme. De no darle, así, el gusto al miedo.
La comodidad es la muerte de la curiosidad. Estoy feliz de poder tirar a la hoguera la maldita comodidad.
Luciana Grasso: Actriz de Como si pasara un tren en El Camarín de las Musas.