El economista Andrés Cappa, que forma parte del Centro de Estudios para el Desarrollo Social y Urbano de la Ciudad de Buenos Aires (Cedesu), aseguró que en el presupuesto del año que viene “hay un ajuste selectivo”, y precisó que “más del 95 por ciento” de lo que se destina a educación es “para pagar salarios” y para “subsidios a la educación privada”.

“En 2019, hay una caída importante en términos reales de los programas que van a financiar la formación docente. Hay un ajuste selectivo, por más que uno lo vea en términos globales”, detalló el docente universitario.

“Más del 95 por ciento del gasto en educación se destina a pagar salarios y a los subsidios a la educación privada”, explicó Cappa, que también es maestrando en Economía Política Argentina (Flacso).

En cuanto al desfinanciamiento en educación, el economista determinó que “todo el presupuesto para la formación docente es muy bajo”. A eso se le suma la reciente aprobación de la UniCABA que, tal como recordó Cappa, “ni siquiera figura en el Presupuesto 2019”. 

A pesar de que el argumento del Gobierno de la Ciudad se basó fuertemente en que su creación daría lugar al fortalecimiento de la instancia de formación docente, el economista subrayó que “no se puede fortalecer desfinanciando”.

Desde Cedesu compararon cuánto del presupuesto está destinando a la educación terciaria en la Ciudad y cuánto va a otros fines, analizaron la toma de deuda del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y las transferencias del presupuesto de nación a subsidios del orden de lo local en lo referido al transporte.

Desde que la ciudad de Buenos Aires es autónoma se realizaron varios traspaso a la órbita porteña, como entre ellas educación, subte, hospitales. “A partir de 2016, cuando empieza la (policía) Metropolitana, frente al aumento del gasto en Seguridad, lo que más retrocedió es Educación y Salud. Eso se explica porque hay una transferencia de funciones”, indicó el especialista en Economía, Presupuesto y Seguridad Social.

Con respecto a la transferencia del presupuesto nacional al de la Ciudad, de cuatro mil millones de pesos al transporte, Cappa detalló a PáginaI12  que “lo que hace la Nación es transferir la carga de los subsidios de tarifas a todas las provincias, pero tiene mucho impacto en provincia de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires”. 

En ese sentido, explicó que por ejemplo “la provincia de Buenos Aires va a tener que absorber más o menos 20.000 millones de pesos en subsidios, y la Ciudad va a tener que absorber cuatro mil millones”, y agregó que “eso será una carga adicional en el presupuesto”.

Un capítulo aparte merece al aumento de las inversiones para pagar la deuda contraída. En torno a eso, Cappa señaló que “a contramano de lo que pasó con los otros gobiernos provinciales, que en los últimos diez años tendieron a desendeudarse, el gobierno de la Ciudad se endeudó muy rápido”.

En torno a la deuda, el miembro de Cedesu explicó que “cuando se observa el peso de los intereses, lo primero que aumenta es el stock de deuda. A medida que se va tomando más, los años posteriores van reflejando el aumento del peso del gasto corriente en interés”. 

Y agregó: “En 2019 hay un salto gigante en los intereses de la deuda, porque la que fue tomando la Ciudad fue en su mayoría en dólares. Cuando hay una devaluación, automáticamente los intereses aumentan en un ciento por ciento”.

En cuanto al impacto del acuerdo nacional con el FMI, Cappa explicó que “la obra pública la ciudad la financia con sus propios recursos o con deuda, que obtiene de la Ciudad. Ahí es una cuestión de marco general y autodisciplina, que una imposición del FMI”.