Antes de que comenzase la cumbre del G-20, el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, manifestó los deseos de la institución que representa y que quiere transmitir a los líderes reunidos a orillas del Río de la Plata: cooperación internacional para lograr una globalización justa para todos y para ganarle al cambio climático. Ayer, en una conferencia de prensa en el hotel NH Jousten de Buenos Aires, el líder de la institución más importante del mundo contó el placer que le producía estar una vez más en la capital argentina, aunque pidió permiso para hablar en inglés. “Yo no hablo español, hablo portuñol y es muy difícil hacer una intervención en portuñol”, bromeó Guterres con un fuerte acento español de zetas marcadas.
Para el jefe de la ONU la falta de confianza por parte de los pueblos hacia la comunidad internacional y hacia las instituciones es evidente. “La globalización y el cambio tecnológico producen enormes beneficios para la humanidad. Pero al mismo tiempo, vemos por todos lados a aquellos que son quienes pierden con la globalización, aquellos a los que se deja en el camino: gente, regiones, sectores, que sienten bronca, que muchas veces piensan que los gobiernos no hacen un esfuerzo suficiente para hacer frente a sus problemas y sus dificultades”, reconoció el Secretario General. “Pienso que es muy importante que los diferentes países del mundo se unan y trabajen en estrategias comunes para una globalización justa, que lleven a una globalización en la que nadie quede rezagado”, agregó.
Guterres, además, defendió la importancia de la cumbre que comienza hoy y expresó su deseo de que el encuentro permita a los líderes asumir el compromiso de apoyar la agenda 2030, aprobada en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, según dijo ayer, para apoyar el desarrollo sustentable para todos. “Necesitamos que crezca el compromiso por parte de los gobiernos, por parte de los sectores privados, necesitamos aumentar la movilización de recursos. Y es con la presencia de las economías más grandes del mundo el lugar indicado para pedir ese compromiso”, afirmó.
El segundo punto en que quiso hacer hincapié el líder de Naciones Unidas fue en la carrera contra el cambio climático. “El cambio climático está avanzando más rápido que lo que habíamos pensado. Esto significa que lo que estamos enfrentando es una situación increíblemente difícil”, señaló Guterres. “Tengo la profunda convicción de que los problemas (como el aumento de la temperatura terrestre y de los océanos y la multiplicación de los desastres naturales) deben tomarse muy seriamente por parte de la comunidad internacional. Pero la verdad es que después del Acuerdo de París hubo un cierto desvanecimiento de la voluntad política para afrontar estos asuntos”, siguió. El Acuerdo de París, firmado en 2016, establece medidas concretas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero para combatir el Cambio Climático. El pacto debería aplicarse para el 2020, cuando se venza el Protocolo de Kyoto, pero hasta ahora no se ven resultados prometedores. “Es absolutamente necesario restablecer la voluntad política si no queremos seguir por ese camino, algo que sería absolutamente trágico para la humanidad”, aseguró Guterres. No obstante, la implementación del Acuerdo de París ya no es suficiente. El Secretario General hizo mucho énfasis en que las cosas han cambiado tanto tan rápidamente que es absolutamente necesario ser más ambiciosos en el cuidado del medio ambiente. “Por eso es tan importante venir acá para expresar a los líderes políticos cuán importante es para todos entender que este es un momento decisivo”, sentenció.
Frente a la pregunta de los periodistas de cómo la ONU puede impulsar políticas ambiciosas y urgentes durante la cumbre del G-20, Guterres sólo insistió en que es necesario comprometerse sobre un programa de trabajo con base en el Acuerdo de París. Sí fue muy claro en que es necesario tomar un conjunto de medidas que están avanzando lentamente, como pasar de utilizar combustibles fósiles a energías renovables. “Una anécdota muy conocida es que la Edad de Piedra no terminó porque no había más piedras. Había muchas piedras. Pero el mundo descubrió que había formas mejores de solucionar sus problemas. La era de los combustibles fósiles no va a terminar cuando se terminen los combustibles fósiles. Hay decisiones políticas que los Estados tienen que tomar si queremos vivir en un planeta habitable”, disparó.
El Secretario General también fue cuestionado sobre si los recientes eventos que captaron la atención internacional como el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de Estambul, la crísis entre Rusia y Ucrania, o la guerra comercial entre China y Estados Unidos, puedan eclipsar la cumbre. “Estos asuntos no facilitan que los líderes puedan concentrarse para abordar los problemas globales de economía, de cambio climático y otros. Pero nucna debemos dejar de abordar los problemas centrales de todos los tiempos, solamente porque otras cosas están pasando”, enfatizó.
Frente a esto, se le preguntó cómo puede convencerse a los líderes de trabajar juntos en lugar de tener una actitud egoísta. “Eso es exactamente lo que yo les quiero preguntar”, bromeó nuevamente y provocó las risas de los presentes. “Esa es la dificultad. Pero estamos enfrentando desafíos globales: terrorismo, cambio climático, la no capacidad para manejar las olas migratorias, y está claro que no hay forma de que estos desafíos globales puedan ser abordados de manera aislada. Necesitamos respuestas globales para problemas globales. Aun con todos los problemas y contradicciones, yo creo que la única manera de que podamos producir resultados es uniendo a las personas para cooperaciòn internacional”, aseguró.
Por último, frente a la acuciante situación de la guerra en Yemen, dijo que se está trabajando para crear las condiciones para comenzar conferencias de paz significativas este año, aunque resaltó que no quería crear demasiadas expectativas. Además, ante la posibilidad de poder reunirse con el príncipe saudita Mohamed bin Salman durante la cumbre (cuyo país está implicado en la guerra), manifestó que está disponible para discutir con todas las partes del conflicto. “Hay un interés vital en tener conversaciones con las partes del conflicto para garantizar que los obstáculos que aun existen sean removidos y que haya un diálogo para la paz que termine con el más trágico conflicto del mundo desde el punto de vista del impacto humanitario”, aseguró Guterres.