Con la resolución de la Conmebol confirmada, la gran incógnita de la reprogramada final de la Copa Libertadores es la distribución de las entradas en el estadio Santiago Bernabéu, que otorgaría apenas cinco mil para cada uno de los grupos de hinchas de Boca y River residentes en Argentina. Lo reflejaron así medios españoles luego de una primera reunión entre los organizadores del evento y la coordinación con la entidad sudamericana, que liberará el resto para aquellos argentinos que viven en Madrid, “neutrales” y protocolo. En ese sentido, de las 81 mil localidades disponibles en el estadio del Real Madrid, la distribución entregaría cinco mil para Boca (directamente con el club) para hinchas en Argentina, y otras cinco mil para River, bajo las mismas condiciones.

En principio, las personas que acudieron al Monumental y no pudieron observar el encuentro tendrían la prioridad para adquirir esos tickets. Inclusive, existe la posibilidad de que se aumente esa cantidad si se agota rápidamente. Además, se acordó la disposición de los hinchas dentro del estadio, que tendrá a Boca en la tribuna Fondo Sur y a River en la Fondo Norte.

El doble de éstas entradas, o sea 20 mil, serán destinadas para los argentinos residentes en España, cifra que se estima que podría asistir al estadio por ambos bandos. El mayor porcentaje de la venta de tickets, 40 mil unidades, saldrá al mercado mañana a través de internet y quedarán seis mil de protocolo.

En cuanto a lo que respecta a materia de seguridad se destinarán cinco mil personas distribuidas entre el Santiago Bernabéu y sus alrededores, las cuales formarán tres anillos de control y vigilancia privada dentro del recinto.

Además, siempre según la información de medios españoles, cerca de 350 individuos estarán a cargo de los dispositivos de enfermería y ambulancias. El portal “Cuatro” aseveró que habrá un “despliegue de seguridad sin precedentes” para que los barras bravas que consigan llegar a España no ingresen al estadio, ya que la primera medida fue que éstos tengan prohibido el desplazamiento vía aérea desde Argentina.

El encuentro fue suspendido el sábado 24 de noviembre, por el ataque que recibió el micro que transportaba al plantel de Boca, cuando se encontraba a pocas cuadras del estadio de River. El duelo había sido postergado para el día siguiente, pero finalmente tampoco se jugó.