La visita del presidente chino, Xi Jinping, el lunes pasado a la Puerta del Sol en Madrid, tuvo un efecto colateral impensado. De su recorrido hacia la Casa de la Villa donde recibió las llaves de la capital española, se apartaron todos los elementos que pudieran incomodar al dirigente asiático. El fuerte dispositivo de seguridad desplegado en la zona incluyó, según informó eldiario.es, una instrucción para que Winnie The Pooh, una de las mascotas que entretiene a los turistas en la zona, se apartase del lugar por donde iba a pasar el mandatario. El dibujo animado fue censurado por el gobierno chino después de que surgiesen bromas en Internet comparando a Xi Jinping con el personaje de dibujos animados, tras una visita a Estados Unidos en 2013. Fue durante un encuentro con el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, al que también incluyeron en las parodias: si Xi Jinping se parecía a Winnie The Pooh, el dirigente estadounidense guardaba aspecto similar con Tigger, figura inseparable en la ficción.